El Tribunal Supremo de Israel ha exigido al ejecutivo de Benjamin Netanyahu que presente argumentos sobre su decisión de no formar una comisión independiente para investigar los sucesos del 7 de octubre de 2023, optando en su lugar por una comisión ministerial anunciada recientemente que incluye a ocho ministros.
La sentencia se apoya en la Ley de Comisiones de Investigación de 1969, que indica que dichas comisiones deben “examinar de manera independiente, profesional e imparcial” los eventos que justifican su creación, y que sus integrantes deberían ser seleccionados por el presidente del Tribunal Supremo.
Esta nueva comisión, integrada por figuras como los ultraderechistas Ben Gvir (Poder Judío) y Bezalel Smotrich (Partido Nacional Sionismo Religioso), y presidida por el ministro de Justicia, Yariv Lenin (Likud), ha sido objeto de críticas por parte de la oposición israelí y grupos de víctimas. Argumentan que la comisión no es independiente ya que casi todos sus miembros eran funcionarios durante el ataque del 7 de octubre.











