El mandatario estadounidense, Donald Trump, ha expresado su disposición a entablar un diálogo con Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en un contexto de crecientes tensiones y acciones militares de EE. UU. en el Caribe y el Pacífico, que han suscitado preocupaciones sobre posibles intervenciones en Venezuela.
“Podría hablar con él, veremos”, declaró Trump a los medios. “Si podemos salvar vidas y si podemos hacerlo por las buenas, bien. Si tenemos que hacerlo por las malas, bien también”, agregó, mientras acusaba a Caracas de provocar numerosos problemas en Washington y de enviar «millones de personas» a Estados Unidos. “Abrieron sus cárceles y mandaron a la gente a Estados Unidos. No estamos contentos con eso”, enfatizó.
Trump también reiteró las acusaciones contra Venezuela por supuestamente facilitar el narcotráfico, mencionando al Tren de Aragua como un grupo criminal destacado en la región.
Nicolás Maduro, por su parte, habló ante sus seguidores sobre una “coyuntura decisiva” para el país. “Prohibido fallar en esta coyuntura decisiva para la existencia de la República. No hay excusa para nadie, sea civil, sea político, sea militar, sea policía”, señaló Maduro durante un acto en la capital en defensa de la soberanía venezolana.
“Que nadie se excuse. La patria reclama nuestro mayor esfuerzo y sacrificio. Si la patria reclama, la patria tendrá nuestra vida si es necesario”, declaró Maduro, subrayando la necesidad de defender Venezuela de cualquier agresión imperialista.
En tanto, Diosdado Cabello, ministro del Interior de Venezuela, calificó al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, de «payaso» y amenazó con «aniquilar» a los atacantes del país. “Se va a estrellar como lo han hecho muchos payasos que han tenido la osadía de intervenir en Venezuela”, informó Globovisión.
«Recuerden las mentiras sobre Irak, Siria, Libia, Afganistán. En todos esos sitios ha intervenido Estados Unidos con mentiras; trataron de montar el mismo guion en nuestro país, pero el mundo no les cree», concluyó Cabello, criticando la política exterior de EE. UU. y sus intentos de justificar intervenciones con acusaciones de dictadura.











