En una reciente reunión, los líderes de la Unión Europea han decidido asignar a la Comisión Europea la tarea de formular, «cuanto antes», un marco legal que permita emplear los activos rusos congelados en el continente para financiar las actividades bélicas de Ucrania.
Al finalizar la cumbre europea, los mandatarios, con la excepción de Hungría debido a sus reservas hacia la política de apoyo a Ucrania, han solicitado al organismo que «lo antes posible» presente diversas alternativas para el «apoyo financiero basado en la evaluación de las necesidades financieras» de Kiev.
«De conformidad con la legislación de la UE, los activos de Rusia deben permanecer inmovilizados hasta que Rusia ponga fin a su guerra de agresión contra Ucrania y le indemnice por los daños causados por su guerra», enfatizaron en las conclusiones del encuentro.
La UE pretende así continuar avanzando en esta cuestión y abordarla nuevamente en el próximo Consejo Europeo, con el objetivo de implementar esta medida antes de fin de año para que los fondos sean entregados a Ucrania a principios de 2026.
«La voluntad política es clara y el proceso seguirá adelante», comentaron fuentes europeas respecto al consenso alcanzado tras superar las incertidumbres planteadas por Bélgica, país anfitrión de la mayoría de los activos soberanos congelados en Euroclear.
De hecho, Bart De Wever, primer ministro de Bélgica, subrayó la necesidad de garantías legales y una «mutualización completa del riesgo», marcando un hito en la solidaridad y cooperación europea frente a los desafíos que enfrenta Bélgica.
«Incluso durante la Segunda Guerra Mundial, los activos inmovilizados nunca se tocaron. Es un paso muy importante si queremos darlo», declaró, destacando la magnitud de la decisión que la UE está a punto de tomar.