Este martes, la Unión Europea, junto a países aliados como Estados Unidos, ha reiterado su decisión de continuar aplicando sanciones a Rusia tras implementar el 19º conjunto de medidas punitivas contra Moscú, destacando los problemas económicos que estas están generando en el contexto de la guerra.
“Han pasado tres años y medio desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia contra Ucrania, y todo indica que las sanciones están provocando un aumento de las dificultades económicas para Rusia”, declaró David O’Sullivan, enviado de la UE para sanciones, en un comunicado posterior a la reunión con los Estados miembros sobre la aplicación efectiva de estas restricciones.
La cita fue seguida por un foro con la participación de varias naciones, incluyendo a Estados Unidos, Reino Unido y Japón, entre otros, donde la UE buscó coordinar las acciones internacionales en cuanto a las sanciones impuestas a Moscú.
Se discutieron medidas recientes que afectan las exportaciones energéticas de Rusia y su acceso a los sistemas de pago internacionales, así como la situación del sector militar-industrial ruso y las restricciones a sus suministros militares.
O’Sullivan subrayó la importancia de las sanciones en colaboración con los aliados: “Nuestras sanciones actúan como un engranaje esencial dentro del sistema. La lucha contra la elusión es un ciclo continuo de aplicación y evasión. Hoy reiteramos nuestra determinación de mantener el rumbo”, explicó.
Según la Comisión Europea, desde el comienzo del conflicto, la UE ha reducido un 74% sus importaciones desde Rusia y un 58% sus exportaciones hacia ese país. Además, ha habido un desacople significativo en el sector energético, con una reducción del 90% en los ingresos rusos por exportaciones de petróleo a Europa durante los últimos tres años.















