El Gobierno de Estados Unidos ha declarado este lunes el cese del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los ciudadanos de Birmania, lo que podría resultar en la deportación de los mismos.
“El Departamento de Seguridad Interior anuncia que la secretaria de Seguridad Interior (Kristi Noem) pone fin al Estatus de Protección Temporal”, explica la nota oficial. “Birmania ya no cumple los requisitos para la clasificación TPS”, señala.
Esta resolución podría influir en cerca de 4.000 birmanos, según se especifica en un comunicado del Departamento de Seguridad Interior. Esta protección había sido ofrecida como respuesta al conflicto armado y la persecución de minorías que ha marcado la reciente historia del país asiático.
La administración dirigida por Donald Trump también ha terminado con otras políticas de protección para naciones como Somalia, Afganistán, Siria, Haití, Camerún, Nicaragua, Sudán o Venezuela, argumentando que estas fomentan la inmigración ilegal.
El TPS fue instaurado en 1990 por el Congreso estadounidense para proporcionar permisos de trabajo temporales y proteger de la deportación a los ciudadanos de países afectados por conflictos armados, desastres naturales u otras crisis graves. La iniciativa se expandió significativamente durante la presidencia de Joe Biden, predecesor de Trump.
En el contexto birmano, el país ha estado gobernado por una dictadura militar desde el golpe de Estado de 2021, con la oposición democrática ya sea en el exilio o combatiendo al régimen, apoyada en gran parte por milicias étnicas, además de sufrir la persecución continua de comunidades minoritarias como la rohingya.











