El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha instado a Tailandia y Camboya a cumplir de buena fe el pacto de cese del fuego, proteger a la población civil y adoptar acciones que promuevan la confianza y la paz.
En una situación tensa de este tipo, es importante que tanto las autoridades tailandesas como camboyanas tomen medidas para reconstruir la confianza, contrarrestar la retórica dañina e incitativa y abordar la desinformación de acuerdo con el Derecho Internacional, ha subrayado en un comunicado.
Turk ha enfatizado además que ambos países deben adherirse al acuerdo dentro de los esfuerzos diplomáticos para resolver las causas profundas del conflicto; realizar esfuerzos para restablecer la seguridad en la frontera común, así como velar para las víctimas de la violencia y los desplazamientos reciban reparación en virtud del Derecho Internacional.
Es responsabilidad de ambos gobiernos garantizar la seguridad y protección de sus respectivos nacionales, ha dicho con respecto a un conflicto que ha dejado más de 180.000 personas desplazadadas del lado tailandés y otros 168.946 del lado camboyano.
Tailandia y Camboya acordaron el lunes bajo la atenta mirada del primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, un alto el fuego inmediato e incondicional tras dos meses del inicio de las hostilidades en una zona fronteriza históricamente en disputa que han dejado decenas de fallecidos.
Las relaciones entre las partes se deterioraron después de que el 28 de mayo un soldado camboyano muriera a manos de las fuerzas tailandesas en las proximidades de Preah Vihear, templo hindú situado en una zona en disputa, sin que los contactos desde entonces para reducir las tensiones hayan llegado a buen puerto.














