El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha expresado este viernes que su nación se halla ante un dilema sumamente complicado, al tener que escoger entre «perder su dignidad o a un socio clave». Esta situación surge tras recibir de Estados Unidos un plan diseñado para poner fin al conflicto iniciado en febrero de 2022 por la invasión rusa.
«Este es uno de los momentos más difíciles de nuestra historia. Ahora la presión sobre Ucrania es una de las más fuertes. Ahora Ucrania se enfrenta a una decisión muy difícil: perder su dignidad o un socio clave. Aceptar los difíciles 28 puntos o afrontar un invierno extremadamente duro y otros riesgos», expresó Zelenski en una alocución nacional.
Zelenski ha señalado que, aunque Washington espera una respuesta, él se encargará de presentar argumentos, persuadir y proponer ‘alternativas’, pero sin dar «al enemigo motivos para decir» que Ucrania es la que «no desea la paz, la que obstaculiza el proceso y la que no está preparada para la diplomacia».
«Lucharé incansablemente para que, entre todos los puntos del plan, no se pasen por alto al menos dos: la dignidad y la libertad de los ucranianos. Porque todo lo demás se basa en esto: nuestra soberanía, nuestra independencia, nuestra tierra, nuestro pueblo. Y el futuro de Ucrania», afirmó el mandatario.
Además, Zelenski recalcó el respaldo de los países europeos, los cuales «comprenden que Rusia no está lejos, que está cerca de las fronteras de la Unión Europea», enfatizando que Ucrania «no debería» sentirse aislada. Recordó que los ucranianos han «resistido durante casi cuatro años la invasión a gran escala de uno de los ejércitos más grandes del mundo».
«Mantenemos una línea de frente de miles de kilómetros, y nuestro pueblo sufre bombardeos, ataques con cohetes, ataques balísticos y atentados suicidas cada noche. Nuestro pueblo pierde a seres queridos cada día, y nuestro pueblo realmente desea que la guerra termine», denunció Zelenski.
El controversial plan de 28 puntos, que ha sido difundido por varios medios estadounidenses, menciona puntos especialmente delicados, como la posibilidad de ceder a Rusia amplias zonas de la región oriental del Donbás, ya en gran parte ocupadas por las fuerzas rusas, y la reducción significativa del tamaño y capacidades de las Fuerzas Armadas ucranianas.










