El presidente del Senado, Pedro Rollán del PP, protagonizó un tenso intercambio el martes con los ministros Pilar Alegría, Óscar Puente y Fernando Grande-Marlaska durante la sesión en la Cámara Alta, instándoles a ceñirse a las cuestiones planteadas y responder a las interrogantes de los senadores. Si quiere le consulto antes mi intervención, fue la contestación de Alegría.
El conflicto surgió a raíz de una pregunta del senador del Partido Popular Alejo Miranda a la ministra, quien le preguntaba sobre su eficacia como portavoz y si responde a las exigencias propias del cargo. Durante su intervención, Miranda mencionó los negocios de prostitución en pisos de Muface y las sobrinas del exministro José Luis Ábalos, además de referirse a un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que sugería que la sede del PSOE se había convertido en el cajero automático del exasesor Koldo García.
Usted es el senador ‘fake’ de esta Cámara, que es más madrileño que el chotis y percibe salario público por ser senador por Cuenca, replicó la ministra, acusándole de no visitar dicha provincia.
CON LLAMADAS AL ORDEN
Conforme avanzaba la sesión, el presidente del Senado interrumpió varias veces para solicitar a la ministra que se apegara a la respuesta. Si no se ciñe a la respuesta, me veré obligado a llamarla al orden, advirtió en un momento dado Rollán.
Rollán recordó a los presentes que aunque a menudo les permite contextualizar sus comentarios, los ministros tienen la obligación de responder a las preguntas. La Constitución y el reglamento de esta Cámara les obliga a comparecer y a los ministros a responder. Por tanto, le ruego encarecidamente que se ciña a la cuestión. Estoy convencido de que tiene argumentos de sobra para poder responder, insistió Rollán.
Después de que Alegría pareciera ignorar sus peticiones, Rollán la llamó al orden al concluir su intervención. Tras este episodio, el senador del PSOE Alfonso Gil Invernón y el vicepresidente segundo del PP en el Senado, Javier Arenas, expresaron sus opiniones sobre la actuación de Rollán, destacando una percepción de parcialidad en su conducción.