La Asamblea Regional de Murcia ha dado luz verde a los Presupuestos Generales para el año 2025, contando con el respaldo del Partido Popular y la abstención de Vox. Tanto el PSOE como el Grupo Mixto se han posicionado en contra, criticando que estas cuentas «consolidan el odio» y sirven a los intereses de la ultraderecha.
El portavoz del PP, Joaquín Segado, ha expresado su satisfacción por la aprobación de un presupuesto «centrado en las personas, que reduce impuestos, apoya a las familias y genera empleo». Segado ha enfatizado que el presupuesto, que asciende a más de 6.700 millones de euros, es «100% del Partido Popular» y ha aprovechado para condenar la violencia y hacer un llamado a la paz y la concordia, declarando que «eso solo lo ha hecho el Partido Popular».
Por otro lado, el líder regional de Vox, José Ángel Antelo, ha atribuido la viabilidad de las cuentas a la «generosidad y responsabilidad de Vox», esperando que «el próximo año lleguen en tiempo y forma». Antelo ha justificado su abstención acusando a la izquierda de «alimentar el racismo y alentar una inmigración ilegal masiva y destructiva», y ha afirmado que «con los números en la mano, Vox ya es la segunda fuerza política en la Región de Murcia» y que su partido «pone ley y orden».
Carmina Fernández del PSOE ha argumentado su voto en contra porque el presupuesto «consagra políticas de odio y desprecia la diversidad». Ha acusado al PP de ceder ante el chantaje de Vox y de rechazar una propuesta del PSOE para un presupuesto «sin violencia, sin racismo y sin ultraderecha». Fernández ha denunciado que los presupuestos «eliminan políticas de integración, desmantelan la protección de menores migrantes y retroceden en derechos sociales y ambientales».
María Marín, del Grupo Mixto y diputada de Podemos, también se ha opuesto a las cuentas, calificándolas de «cobardes» y «desconectadas de la vida real de la gente trabajadora». Ha criticado al presidente López Miras por no desmentir los discursos de Vox tras los incidentes en Torre Pacheco, y ha comentado que «el miedo a perder los sillones ha llevado al PP a blanquear todos los discursos de la ultraderecha».
En la sesión, el intercambio de acusaciones fue continuo, con el PSOE advirtiendo que las medidas acordadas con Vox «ponen en peligro la convivencia», mientras que el PP criticaba a «la izquierda que gobierna en Madrid con golpistas y amigos de terroristas». Segado reprochó al PSOE querer «dar lecciones de moral cuando son los mismos que aplaudían a Santos Cerdán en Cartagena».















