El próximo miércoles 10 de septiembre, se llevará a cabo una votación decisiva en el pleno del Congreso de los Diputados sobre la propuesta de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Esta votación enfrentará el debate de las enmiendas de totalidad presentadas por PP, Vox y Junts, quienes solicitan que el proyecto sea devuelto al Gobierno.
La configuración de esta votación fue establecida en la reciente reunión de la Junta de Portavoces del Congreso, donde se organizó el orden del día del próximo pleno, según confirmaron fuentes parlamentarias a Europa Press.
Aunque se presentaron tres enmiendas diferentes, solo se realizará una votación conjunta, ya que PP, Vox y Junts están de acuerdo en solicitar la devolución del texto al Gobierno. Estas tres formaciones poseen una mayoría absoluta de 177 diputados, lo que les permite potencialmente rechazar el proyecto principal de la vicepresidenta Yolanda Díaz.
Si la ley no supera esta votación, será retirada del Congreso y el Gobierno deberá iniciar su elaboración desde cero.
PENDIENTES DE JUNTS
Originalmente, el Ministerio de Trabajo deseaba que esta votación tuviera lugar en julio, pero las negociaciones con Junts para que retiraran su enmienda y alcanzar un acuerdo llevaron a posponer el debate hasta después del verano.
Aunque Junts no ha confirmado si mantendrán o no su enmienda, desde el Ministerio de Trabajo se insiste en que el proyecto «ya no admite más aplazamientos» ya que es una normativa esperada por más de doce millones de personas con el fin de «trabajar menos y vivir mejor».
«El Gobierno ya ha hecho su trabajo. La ciudadanía ya se ha pronunciado en la calle y en los centros de trabajo. Ahora corresponde a los grupos políticos convertir ese consenso social en un consenso parlamentario», indicaron fuentes del Ministerio de Trabajo.
EL PSOE NO ENTENDERÍA QUE SE RECHACE Y SUMAR ES OPTIMISTA
Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, expresó que el proyecto es «fundamental» para los trabajadores.
«Me parece que en esto debiéramos estar implicados, por lo menos todos los que tengamos una cierta sensibilidad social. Y desde luego no entenderíamos un voto en contra de lo mismo», señaló.
Aina Vidal, portavoz adjunta de Sumar y dirigente de En Comú, también manifestó su confianza en que la votación de la próxima semana refleje el tiempo invertido en negociaciones con los diversos grupos políticos: «Creemos que el año y pico que llevamos negociando con todos los grupos dará sus efectos», comentó en rueda de prensa.









