El Banco de España ha identificado un déficit significativo en la oferta de viviendas, actualmente estimado en unas 700.000, y ha expresado su preocupación de que esta cifra «probablemente vaya a más». Por ello, ha hecho un llamamiento a una colaboración más estrecha entre las diferentes administraciones y ha solicitado especialmente una mayor implicación de los ayuntamientos.
«Hay un problema serio de insuficiencia y muy concentrado en algunas partes de España, pero que empieza a ser cada vez más extendido», señaló José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, durante su reciente comparecencia en la Comisión de Economía, Comercio y Empresa del Senado.
Según Escrivá, este desajuste es fruto de una demanda muy fuerte tanto de residentes como de no residentes. «En el mundo post-Covid hay una demanda muy grande de servicios turísticos y hemos visto una demanda muy fuerte de pisos para uso turístico o compras de extranjeros», explicó. Ante este escenario, Escrivá ha pedido que se otorgue «absoluta prioridad» a este asunto, ya que el desequilibrio entre oferta y demanda podría agravarse en los próximos años. Además, ha criticado la falta de «calidad institucional» y ha abogado por una cooperación más coordinada entre el Gobierno, comunidades y ayuntamientos para resolver esta problemática.
Escrivá también ha mencionado una «anomalía» en relación con los 50.000 millones en «exceso de liquidez o de depósitos» que poseen los ayuntamientos, lo cual considera inusual dado que estos apenas tienen deuda. Propone revisar el superávit estructural de los ayuntamientos y las restricciones de la regla de gasto actual. «Lo vemos en los países donde vemos mejores prácticas a la hora de producir vivienda asequible social de alquiler: suelen ser iniciativas donde los ayuntamientos tienen un peso muy grande», indicó.
Finalmente, el gobernador abordó la situación demográfica de España, destacando que sin la inmigración, la población del país disminuiría en 150.000 personas al año. Además, mencionó la escasez global de perfiles profesionales especializados y criticó las «malas políticas activas de empleo» de España.