El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha demandado al Gobierno que deje de obstaculizar y de poner dificultades a la adquisición del 29,7% de las acciones de Talgo por un grupo de inversores vascos encabezados por Sidenor.
En febrero, Sidenor, junto a BBK, Vital y el Gobierno vasco por medio de Finkatuz, propuso una oferta de 155 millones de euros para obtener esta participación en la compañía de ferrocarriles. No obstante, el PNV ha indicado que el Gobierno central está complicando que Talgo conserve su base en Euskadi, específicamente en su planta crucial en Rivabellosa, Álava, esencial para aproximadamente 700 familias.
Inicialmente, la SEPI se había comprometido a respaldar la oferta vasca y fortalecer a la compañía con un préstamo convertible de casi 150 millones de euros para sus necesidades financieras. Posteriormente, se sugirió dividir la operación, asignando 75 millones al Gobierno central y los otros 75 al consorcio vasco, que incluye al Gobierno vasco y otras entidades privadas.
El PNV ha declarado que el Gobierno, bajo la dirección de Imanol Pradales, hizo los deberes en respuesta a esta oferta, juntando a entidades privadas que aseguran la solvencia de la operación y renegociando el interés del préstamo a favor de Talgo. Sin embargo, la SEPI ha optado por retractarse de su propuesta inicial y ahora exige que el consorcio vasco modifique nuevamente su método de acceso a Talgo.
Maribel Vaquero, portavoz del PNV en el Congreso, ha declarado: si la operación fracasa, será el Gobierno español quien tenga que explicar a la ciudadanía vasca las razones de este fracaso. Los acuerdos son para cumplirlos, no podemos estar cambiando las propuestas cada cinco minutos, ha subrayado Vaquero. Para concluir, ha enfatizado que la oferta implica mucho trabajo detrás, muchos cálculos y, sobre todo, muchas familias vascas que dependen de que el Gobierno español asuma lo que había prometido.














