La sesión de control al Gobierno ha vuelto a convertirse este miércoles en un choque directo entre el Partido Popular y el Ejecutivo. La portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de actuar como un “déspota”, gobernar “sin el Parlamento”, intentar “suplantar” al Poder Judicial y presentarse ante la ciudadanía “como una víctima”. Sin concesiones, Muñoz denunció además que el jefe del Ejecutivo “arrincona a la mitad del país” y proyecta “vanidad y egocentrismo” en la esfera internacional.
Los populares hablan de “empobrecimiento” y cuestionan los datos económicos
En su pregunta a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, Muñoz abrió el fuego cuestionándole “cuánto hace que no va al supermercado” o que no busca “un piso de alquiler”, para poner en duda la afirmación del Gobierno de que “España va como un tiro”.
La diputada popular sostuvo que el Ejecutivo “empobrece a los trabajadores”, “endeuda a España” y “roba el futuro a los jóvenes”. Como contrapeso a los datos macroeconómicos que Montero había citado —crecimiento proyectado por el FMI, récord en creación de empleo, reducción de la temporalidad o previsión de déficit inferior al de Alemania—, Muñoz aseguró que España es “el segundo país de la UE con más pobreza infantil” y uno de los dos Estados miembros sin Presupuestos aprobados para 2025, algo que atribuyó directamente a la ministra de Hacienda.
“Sólo un déspota que intenta gobernar sin el Parlamento y suplantar al Poder Judicial tiene la desvergüenza de presentarse como víctima”, remachó la portavoz. Y concluyó acusando al Gobierno de practicar el “principio de transposición”: “Ustedes son la barbarie, ustedes son los ultras”.
Montero contraataca: “Su discurso es puro odio”
Visiblemente molesta, Montero reprochó a Muñoz el “tono nada adecuado” desplegado en la Cámara y denunció que sus palabras ilustran “el discurso de odio” del PP hacia el Ejecutivo y hacia Sánchez.
A continuación, la vicepresidenta reivindicó la “buena imagen internacional” que —según defendió— proyecta España: el liderazgo de la excepción ibérica, el reconocimiento del Estado palestino, la ampliación de derechos y libertades, la reforma laboral o la creación de empleo. “Eso es lo que más les molesta”, afirmó, en alusión al PP.
Montero devolvió el golpe enumerando episodios de etapas anteriores del Partido Popular en el Gobierno: la foto de las Azores, con José María Aznar; la desaparición internacional de Mariano Rajoy; la entrada en prisión de Rodrigo Rato; laudos internacionales por el recorte a las renovables, la gestión del procés en Cataluña. Esa es la imagen que ustedes dejaron”, zanjó.
El intercambio, cargado de descalificaciones cruzadas, vuelve a reflejar la tensión entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, en un contexto marcado por la falta de Presupuestos, las críticas del PP a la política exterior y económica del Ejecutivo y la pugna por el control del relato político.











