QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
El PP y Vox creen que el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, está ya en «fase terminal» y «va a acabar muy mal» tras la decisión del juez Juan Carlos Peinado de pedir su imputación en el caso por el que se investiga a la esposa del presidente del Gobierno, pero el ministro les ha aconsejado no tener tanta prisa y se ha mostrado convencido de que el Tribunal Supremo aclarará la «injusticia» que, a su juicio, se está cometiendo con su persona al achacársele los presuntos delitos de malversación y falso testimonio.
El primero en preguntar a Bolaños en la sesión de control del Congreso ha sido el portavoz del Grupo Popular, Miguel Tellado, quien, tras recordarle los aplausos que dedicaron y la defensa que hicieron a los ex secretarios de Organización del PSOE José Luis Ábalos y Santos Cerdán, le ha echado en cara que ahora «el que está en apuros» es él mismo porque «todos en el sanchismo han tenido que hacer cosas que no debían siguiendo las órdenes y las instrucciones de Pedro Sánchez, el puto amo».
Según su tesis, lo que tuvo que hacer Bolaños fue contratar a una asesora en Moncloa, pero «no para asistir a la actividad institucional de la esposa del presidente», sino para trabajar en favor de sus «intereses profesionales». «Eso se llama malversación», le ha explicado, antes de añadir que, además Sánchez le «obligó a mentir» ante el juez Peinado. «En la omertá sanchista todos están pringados por seguir las órdenes del número uno. Y todo parece indicar que usted también», ha concluido.
«Hay cosas en las que no tengo ni la más mínima responsabilidad. Usted lo sabe perfectamente, como lo sabe toda España. Y otras en las que humildemente sí me siento corresponsable de los logros de este Gobierno», le ha replicado Bolaños, quien ha pasado a relatar algunos de ellos, como la consecución de un «régimen singular» para España en la financiación de la OTAN, o la buena marcha de la economía nacional.
UN «ZOMBI» SIN SENTIDO DE LA REALIDAD
Justo después, la portavoz adjunta del Grupo Popular Cayetana Álvarez de Toledo le ha preguntado cuál es «su balance terminal como ministro», a lo que Bolaños ha contestado remontándose al siglo XVIII para mentar a una antepasada de su interlocutora, la marquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, dueña del Palacio de Bellavista que el Gobierno acaba de declarar Bien de Interés Cultural.
«Probablemente usted piensa lo mismo que pensaba hace tres siglos esta señora que se llamaba como usted, porque usted defiende que unos pocos privilegiados vivan muy bien a costa de la mayoría del país y yo que la mayoría del país tenga una alta calidad de vida a costa de unos pocos esfuerzos de los más privilegiados», le ha soltado, remarcando que el Gobierno va a seguir trabajando para hacer de España «un país más justo».
Álvarez de Toledo ha obviado la referencia a su familia y ha avisado a Bolaños de que podía ser el último debate entre ambos porque él es un «zombi» que ha «perdido el sentido de la realidad», lo que considera el «síntoma inequívoco de la fase terminal».
Y por eso le ha ofrecido hasta cinco posibles epitafios que hacían alusión a la Ley de Amnistía como la «más inmoral y divisiva de la democracia», a su labor fracasada como «cortafuegos de la corrupción socialista» y a su papel de «termita voraz de las instituciones», «profanador máximo de la independencia judicial» y «bulócrata reincidente».
En este contexto, le ha preguntado si, dado que pidieron la dimisión de Mariano Rajoy al ser citado «como testigo», piensa dimitir ahora que se ha pedido su imputación nada menos que por malversación y falso testimonio.
«Si le repelen las injusticias, deberá saber que ayer se cometió una», ha respondido Bolaños sobre la petición de Peinado. «La bola de cristal le funcionó, por lo que sea. Pero deje pasar unos días y veremos cómo esta injusticia se aclara en unas solas semanas», ha apuntado, volviendo a poner sus esperanzas en que el Supremo corrija al juez de Plaza de Castilla.
DIMISIÓN, DIMISIÓN
Y a continuación, ha vuelto a defender su reforma para el acceso a la carrera fiscal y judicial, negando que afecte a la independencia, el Estado de Derecho o la separación de poderes, como había denunciado la diputada ‘popular’, unas palabras que han sido respondidas con gritos de «dimisión, dimisión» desde la bancada del PP.
También ha interrogado a Bolaños la portavoz de Vox, Pepa Rodríguez de Millán, quien le ha avisado de que pronto sus compañeros se referirán a él como «esa persona de la que usted me habla» porque, aunque tarde respecto a Ábalos, Cerdán y Koldo va a pasar a formar parte del conocido como «clan de Peugeot».
«Está tan tranquilo que ayer salió a amenazar veladamente al Supremo con el mismo cuajo de los que acabaron imputados, pero que ustedes defendían. ¿No se da usted cuenta de que ya forma parte de ese núcleo de hombres fuertes de Sánchez que va a acabar muy mal, junto al fiscal general del estado y dos secretarios de Organización, entre otros?», le ha preguntado Rodríguez de Millán.
Además, ha dado por hecho que ahora está «cuasimputado», pero acabará imputado por «mentir y malversar». «Estamos ante una gigantesca trama de corrupción para beneficiar personalmente a los miembros del Gobierno y financiar ilegalmente al Partido Socialista con Zapatero y sus cárteles amigos a la cabeza. Y ahora se entiende un poco mejor las prisas que usted tiene por acabar con la misma justicia que, con la ley en la mano, le puede condenar a usted», ha abundado.
Y ha concluido que si el Gobierno logra llegar a 2027 será «a base de robar y de impulsar la balcanización de España» porque acabarán aceptando lo que exigen sus socios indepententistas: «Un programa político plurinacional para un modelo de Estado diferente».
«Es sabido que los ultras disfrutan con las injusticias y, por tanto, ayer fue un buen día para usted y lo está disfrutando. Pero tenga paciencia hasta que se pronuncie el Tribunal Supremo», ha replicado Bolaños, garantizando que el Gobierno va a «seguir trabajando».
