El Gobierno desmiente cualquier inquietud ante la próxima comparecencia en el Tribunal Supremo del exministro José Luis Ábalos y su antiguo colaborador Koldo García Izaguirre, ambos bajo investigación por supuestos actos de corrupción, y les urge a que relaten los hechos tal como ocurrieron.
Desde el Gobierno se hace una distinción clara entre este caso, que también involucra al ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán —actualmente en prisión preventiva—, y las investigaciones relacionadas con allegados al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que consideran tienen motivaciones políticas dirigidas contra su esposa y su hermano.
En relación con Ábalos y Cerdán, en Moncloa respaldan la validez de la investigación y negan que haya ‘lawfare’, o uso político de la justicia, denunciando así uno de los argumentos de la defensa de Cerdán para desestimar la causa.
Subrayan la importancia de mantener la presunción de inocencia y el derecho de los acusados a defenderse, aunque procuran desligarse completamente del proceso judicial y sus posibles repercusiones.
Desde el Gobierno no se pronuncian sobre la posible prisión de Ábalos tras su declaración con el magistrado Leopoldo Puente, prevista para este miércoles —con Koldo García declarando el jueves—, pero niegan que el desenlace pueda impactar negativamente al Ejecutivo. “Tranquilidad”, afirman.
En cualquier caso, recomiendan a ambos que sean veraces en sus respuestas al magistrado y reiteran que el Gobierno prestará su máxima colaboración con la justicia y proporcionará toda la información solicitada.
SÁNCHEZ MARCA DISTANCIAS
Este mismo martes, Sánchez ha reafirmado su distanciamiento con estos excolaboradores, anteriormente descritos como ‘triángulo tóxico’, y ha aclarado que no están vinculados con la gestión actual del PSOE, que asegura es transparente y con las cuentas claras.
Sánchez ha garantizado en la ‘Cadena Ser’ que el PSOE no se financia de manera irregular y ha dejado en manos de Ábalos las explicaciones sobre los 95.000 euros de origen desconocido detectados por la UCO.
Además, defendió la integridad de su partido y subrayó que lo que existe es un caso de corrupción que debe ser investigado y que Ábalos, Cerdán y otros involucrados deberán responder ante la justicia si se requiere.
Por otro lado, el presidente reiteró la inocencia de su esposa, Begoña Gómez, y su hermano David Sánchez frente a las acusaciones de corrupción dictadas por los jueces Juan Carlos Peinado y Beatriz Biedma, respectivamente.