Esther Peña, quien se desempeña como secretaria general del PSOE en Burgos y diputada nacional, ha señalado que su decisión de abandonar el puesto de portavoz nacional del partido se debe a las recientes reglas de incompatibilidad de cargos establecidas en el último congreso. Ante esta situación, ha optado por dedicarse completamente a la política en Castilla y León con el objetivo de lograr un triunfo electoral para su partido en las futuras elecciones.
En un anuncio sobre su sucesión en el cargo de portavoz del PSOE a nivel federal, que ahora será responsabilidad de Montse Mínguez, diputada del PSC y miembro de la Ejecutiva, Peña explicó que la nueva normativa del partido, especificada en el artículo 3.10 de los estatutos, establece la incompatibilidad entre ser parte de una Comisión Ejecutiva Federal y tener un cargo en una Ejecutiva Provincial. Por este motivo, ha decidido priorizar su compromiso con «Burgos y ganarle a la derecha de esta Comunidad Autónoma y que el PSOE gobierne la Junta».
Peña expresó su gratitud hacia el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como a sus colegas de la Comisión Ejecutiva Federal y a los militantes, destacando que ellos son «la que mantiene con fuerza este proyecto colectivo». Con la mirada puesta en las próximas elecciones autonómicas, ha reafirmado su compromiso con su región, asegurando que su labor ahora se centrará en lograr la victoria para el PSOE en Castilla y León.
La dirigente ha indicado que, tras su renuncia formalizada ante el Comité Federal del PSOE este sábado, seguirá ejerciendo su rol como secretaria provincial de Burgos, un cargo que la militancia le confió nuevamente en abril pasado con un apoyo del 97 por ciento y que considera su «prioridad». Peña ha mencionado que fue «un enorme honor» ser la portavoz del PSOE y que ha desempeñado este rol «con orgullo, con entrega y con la convicción de estar siempre al servicio del proyecto colectivo» de su gobierno progresista.










