Antonio Maíllo, coordinador federal de IU, ha propuesto que se modifiquen los reglamentos institucionales para que los funcionarios públicos deban presentar la validación de sus títulos académicos, con el objetivo de resolver definitivamente las controversias relacionadas con irregularidades en los currículos profesionales.
Además, ha instado a todas las agrupaciones políticas a implementar la norma de tener una experiencia laboral o educativa fuera del ámbito político como condición para aspirar a un cargo institucional.
En una entrevista concedida a Europa Press, el líder de IU se refirió al escándalo generado por acusaciones mutuas entre partidos sobre la falsedad en los currículos de algunos líderes, lo que ha llevado a la renuncia de figuras como la exvicesecretaria del PP, Noelia Núñez, o del excomisionado del Gobierno para la reconstrucción de la dana, José María Ángel.
Maíllo ha expresado su asombro ante esta situación y ha comentado que tiene «fácil solución», sugiriendo que el Congreso y el Senado, así como parlamentos autonómicos y gobiernos a todos los niveles, exijan a los aspirantes a cargos públicos lo mismo que se requiere a «cualquier ciudadano» que opta por empleos en la administración pública: la presentación de la acreditación y fotocopia de su titulación.
Además, ha mencionado que esta documentación debería ser accesible en los sitios web de las instituciones, al igual que se publican las declaraciones de bienes o sobre el régimen de incompatibilidades. «Y así se acaba el debate», afirmó.
«ASÍ SE ACABAN TODAS LAS TENTACIONES DE FALSIFICAR CURRÍCULOS»
Por lo tanto, ha sugerido una reforma del reglamento en las Cortes Generales y en las cámaras autonómicas o la emisión de órdenes internas desde las presidencias de gobierno para establecer este proceso «natural» de mostrar con «transparencia» la copia de la titulación de los integrantes. «Ahí acabarían todas las tentaciones de inflar o falsificar currículums, que creo que es grave», enfatizó Maíllo, quien subrayó que a un político se le debe exigir lo mismo que a un solicitante de una beca o un opositor.
En cualquier caso, ha advertido que sería un «error central» asociar «la virtud del cargo público» únicamente a la titulación académica, cuando el valor principal de un político debe residir en la «honestidad», su desempeño y la «coherencia ideológica» en sus actuaciones. Así, destacó el orgullo de IU por aquellos que, aunque no pudieron estudiar, han demostrado que «uno puede desarrollar una labor política de primer nivel» con el apoyo de la estructura técnica de los empleados de la administración.
«FALTAN CUELLOS AZULES DE TRABAJADORES EN LA CLASE POLÍTICA»
Maíllo concluyó que es necesario que la diversidad de la sociedad española se vea reflejada también en la política, pues considera que «faltan muchos cuellos azules de trabajadores, de gente normal» en este campo.
Ha señalado que existe una «distorsión con la profesionalización de la política» y que es esencial que las formaciones políticas exijan que los candidatos hayan trabajado previamente en otro sector o hayan obtenido una beca, ya sea académica o profesional. «Es fundamental que la gente experimente lo que es buscar una beca, participar en una oposición o tener un trabajo precario. Se aprende mucho. Si desde el inicio de tu carrera profesional solo has conocido la vida política, sinceramente tienes un déficit social importante», explicó.
Finalmente, ha expresado su preocupación por los líderes que pueden no saber lo que implica solicitar una beca o tener una profesión fuera de la política. «Es muy importante regular esto dentro de las organizaciones. Que la gente luche en la vida de los demás y que la legitimidad política se gane en la medida en que uno también haya sido parte del pueblo que representamos», concluyó.