María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Ejecutivo, ha manifestado su desacuerdo con las observaciones del magistrado del Tribunal Supremo, encargado del caso Koldo, quien expresó su sorpresa ante la continuidad de José Luis Ábalos como diputado pese a estar investigado.
Cada poder debe intervenir en su ámbito, enfatizó la dirigente del Gobierno y del PSOE frente a los medios en el Congreso, sin ofrecer más detalles al respecto.
Fuentes del Gobierno han criticado al juez Leopoldo Puente, que indaga a Ábalos por presuntos delitos de corrupción, por considerar que sus comentarios exceden sus competencias. Es como si el Legislativo se queja del Poder Judicial, señalan.
En su auto más reciente, Puente instó a una reflexión sobre el hecho de que el exministro siga ocupando su asiento en el Congreso a pesar de los indicios consistentes de haber cometido delitos graves. Además, mencionó que la presunción de inocencia constitucional no debe ser un impedimento para establecer algún mecanismo legal que lo prevenga.
Aunque Puente descartó la prisión preventiva para Ábalos, advirtió sobre un posible aumento del riesgo de fuga y subrayó que los indicios en su contra se han fortalecido tras el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil acerca de su situación patrimonial.
Estas declaraciones han generado divisiones entre el PSOE y el PP, y han provocado reacciones de figuras del Congreso como el vicepresidente Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quien recientemente enfatizó que la Mesa del Congreso no considera modificar el Reglamento para expulsar a Ábalos. Incluso sugirió a Puente que se presentara a elecciones para buscar mayorías que le permitan implementar tal cambio.
Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, coincidió con Puente y compartió su asombro por la situación de Ábalos, quien sigue votando semanalmente según las directrices de Pedro Sánchez.