El recién nombrado embajador de Estados Unidos para España, Benjamin Leon, designado por Donald Trump, ha expresado su determinación este jueves de esforzarse por ‘revertir’ lo que considera un ‘gran error’ del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por su rechazo a destinar el 5% del PIB a gastos militares, contraviniendo lo pactado en la cumbre de la OTAN celebrada a finales de junio en La Haya, Países Bajos.
Durante su intervención en la sesión de confirmación ante el Comité de Exteriores del Senado, Leon calificó de ‘realmente preocupante’ el hecho de que Sánchez ‘se comprometiera’ junto a otros líderes europeos a alcanzar este objetivo y ahora sostenga que ‘solo llegarán al 2%’. ‘Trabajaré diligentemente con el Gobierno español para que comprendan que es un gran error (…), para revertir y cumplir con el compromiso’, afirmó Leon.
El diplomático también reafirmó el sólido vínculo entre España y Estados Unidos, rememorando que España ‘siempre ha sido un gran socio de Estados Unidos durante casi toda su vida’, y subrayó la hospitalidad española hacia las fuerzas armadas estadounidenses ‘durante 70 años, y más’, en alusión a los Pactos de Madrid de 1953 que establecieron bases militares estadounidenses en suelo español.
Ante las preguntas del senador Jim Risch, presidente del Comité de Exteriores, quien criticó la postura de España en cuanto al gasto militar, Leon esperaba poder ‘hablar con franqueza y convencerles de que, si quieren pertenecer a la OTAN, deben actuar como aliados de la OTAN’.
Recientemente, el presidente de Estados Unidos ha manifestado repetidamente su descontento con España por las discrepancias en el gasto militar y ha llegado a sugerir la expulsión de España de la OTAN y la imposición de aranceles. En la cumbre de Países Bajos, España ratificó su apoyo a la declaración que fija el 5% como umbral de gasto en defensa para 2035, tras recibir una carta del secretario general aliado, Mark Rutte, que otorgaba más flexibilidad a España para alcanzar sus metas de capacidades sin apegarse estrictamente a este porcentaje. La OTAN ha aclarado que esto no implica una cláusula de exclusión y enfatiza que España deberá invertir más del 3% para cumplir sus obligaciones de seguridad con la organización. El Gobierno español insiste en que puede cumplir estos compromisos dedicando solo el 2,1% del PIB al presupuesto militar y sostiene que la carta ‘interpretativa’ de Rutte permite a España desligarse del 5%.