La alta dirigente del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha expresado preocupación por lo que considera un «deterioro» institucional debido a que el fiscal general, Álvaro García Ortiz, quien está procesado por el Tribunal Supremo y a la espera de juicio oral, pueda instruir a los fiscales que lo interrogarán y además participe en la Apertura del Año Judicial presidida por el Rey la próxima semana.
«Un fiscal general que debe acudir a declarar como investigado no puede al mismo tiempo dirigir con autoridad moral a quienes cada día actúan en los tribunales en defensa de la ley –sostiene–. ¿Se atreverá un fiscal subordinado a incomodarle durante su interrogatorio en el juicio oral? ¿Buscará este fiscal en el juicio defender la legalidad vigente cuando la Constitución le establece que está sujeto al principio de dependencia jerárquica?».
MENSAJE DE DEGENERACIÓN AL MUNDO
«La apertura del año judicial no es un acto meramente protocolario, es un mensaje al país y al mundo de que nuestras instituciones están limpias y son dignas de respeto –ha añadido–. ¿Y qué mensaje se lanzará este año si el Gobierno sigue insistiendo en mantener en el cargo a quien la justicia investiga? Será un mensaje de deterioro democrático, de degeneración».
En respuesta, el PP ha solicitado la comparecencia urgente en el Congreso del ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, para que inste a García Ortiz a renunciar: «El fiscal general debe dimitir y quien lo nombró es quien debe de exigírselo en primer lugar», ha enfatizado Gamarra.
La solicitud de comparecencia ha recibido apoyo de Vox, cuya portavoz, Pepa Millán, ha descrito a García Ortiz como parte de una «trama corrupta de Moncloa». Por otro lado, el socialista Francisco Aranda ha defendido la inocencia de García Ortiz, asegurando que la causa «acabará en nada», y ha criticado al PP por su «obsesión enfermiza» con la Fiscalía General.
«Esto no va, ni nunca ha ido, del fiscal general del Estado, esto va de poder», ha comentado, indicando que el PP emplea una estrategia de «persecución política y mediática sustentada en una colección de bulos, insultos y difamaciones con un patrón muy claro: deshumanizar, esparcir barro». «En definitiva, ensuciar que algo queda», ha concluido.
Además, Enrique Santiago, de Sumar, ha solicitado que se «deje en paz a los fiscales que se dedican a perseguir delincuentes», mientras el portavoz adjunto del PNV, Mikel Legarda, ha mostrado escepticismo sobre las acusaciones contra el fiscal general, apoyando el voto particular de un juez del Supremo que se opuso al procesamiento.














