Sumar y Podemos han lanzado críticas contundentes hacia la iniciativa del Ministerio de Vivienda de ofrecer un número de teléfono gratuito para consultar sobre ayudas al acceso a la vivienda, describiéndolo como “tomadura de pelo” y “truco de magia”.
Este señalamiento fue realizado por la eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad, Irene Montero, y la coordinadora general de Sumar, Lara Hernández, en una ‘Asamblea popular por el derecho a la vivienda’ en Bruselas. El evento fue organizado por ‘The Left’ en el Parlamento Europeo.
Hernández criticó que Isabel Rodríguez, titular del Ministerio, pareciera “confiar su acción política a la magia” al anunciar este servicio durante su intervención en el Congreso.
“Podría ser broma, pero es anécdota. Nosotras no confiamos en trucos de magia para solucionar problemas, nosotras trazamos planes: esta misma semana hemos lanzado un decreto para ponerle coto a la especulación inmobiliaria”, declaró Hernández, refiriéndose a una propuesta al PSOE para regular el mercado de la vivienda, que incluye medidas como congelar alquileres y gravar los pisos turísticos.
Montero, por su parte, llamó a los gobiernos europeos a atender a los colectivos que luchan por el derecho a la vivienda, y calificó de “tomadura de pelo incomprensible” el lanzamiento de este número telefónico para consultas.
IRENE MONTERO: HACE FALTA UNA IZQUIERDA FUERTE
Montero subrayó la necesidad de una izquierda decidida en España que “se atreva a hacer lo que hay que hacer con la vivienda, que es expropiar a los grandes poseedores de pisos, expropiar a los fondos buitre, bajar el alquiler por ley, y prohibir la compra de casas a no residentes”.
“Lo que está ocurriendo con la vivienda en Europa es un gran robo, no es una crisis del sistema, es el principal mecanismo de desposesión que tienen en este momento las élites, los rentistas, los fondos de inversión para desposeer de riqueza a las familias”, añadió Montero, criticando también la política de la Comisión Europea y de los gobiernos nacionales de enfocarse solo en construir nuevas viviendas, a pesar de existir casi cuatro millones de viviendas vacías y 300.000 pisos turísticos en España.