Sumar va a reflexionar sobre sus acciones, busca colaborar con Més Compromís a pesar de la división y niega que Águeda Micó sea considerada una tránsfuga.

La portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Barbero, ha prometido que harán autocrítica tras la decisión de Més Compromís de romper con el grupo plurinacional en la Cámara Baja y mantiene la «mano tendida» para conservar la unidad de acción política, si no puede ser orgánica, con la diputada Águeda Micó, de quien ha rechazado que se la pueda considerar tránsfuga aunque acabe pasando al Grupo Mixto.

Así se ha pronunciado en rueda de prensa en la Cámara Baja, después de que ayer el Consell Nacional de Més, la facción mayoritaria de Compromís, aprobara este lunes por amplia mayoría abandonar Sumar en el Congreso y pedir a la ejecutiva nacional de la confluencia valenciana una posición común, habida cuenta de que Iniciativa quiere que su diputado Alberto Ibáñez continúe en Sumar.

Durante su comparecencia, Barbero ha desgranado que la ruptura de Podemos con Sumar a finales de 2023 y la crisis actual con Més Compromís son «dos casos muy diferentes» y ha reconocido que la estructura del grupo confederal, con organizaciones territoriales y estatales, generan tensiones.

De todas formas, ha admitido que ante esta fuga del grupo van a hacer, por supuesto, «autocrítica toda» y que su criterio es seguir apostando por la unidad de la izquierda alternativa en el futuro. En todo caso, ha apuntado que el diálogo estará abierto con esta rama de Compromís para votar unidas en el Congreso, dado que comparten valores y programas por el que concurrieron juntos en las pasadas elecciones generales.

Respecto al caso del diputado Alberto Ibáñez, el otro diputado de Compromis y miembro del sector minoritario, la portavoz parlamentaria ha destacado que Sumar mantiene una «relación excelente» con Iniciativa, como también la tiene con Més.

Fuentes de la dirección del grupo plurinacional consideran que en la decisión de Més Compromís en ningún caso comprometen la gobernabilidad y que en el caso de esta formación ha pesado no tanto el funcionamiento del grupo, al que se le ha ofrecido más visibilidad y autonomía, sino el contexto político y las tensiones generadas por el caso de presunta corrupción del exnúmero tres del PSOE Santos Cerdán.

Al respecto, interpretan que Més ha pesado también cálculos electorales en la Comunidad Valenciana y mostrar desde ya más distancia con el PSOE.