Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, ha expresado su preocupación por lo que califica como “el momento de mayor judicialización de la vida pública en democracia”. Esta situación, según el ministro, está relegando a un segundo plano los problemas reales que inciden directamente en los ciudadanos.
Durante una ceremonia en Manzanares (Ciudad Real), donde se entregaron los restos de 21 víctimas del franquismo a sus familiares, Torres respondió a los medios destacando la renuncia del abogado de Manos Limpias en el caso contra Begoña Gómez. Recordó que el letrado había afirmado que la causa “no es jurídica, sino política” y que se busca ejercer presión mediática por ser la esposa del presidente del Gobierno.
“no deja espacio para añadir nada más”, señaló Torres, haciendo alusión a las palabras del abogado. El ministro lamentó que la tendencia a judicializar cualquier controversia esté afectando las dinámicas parlamentarias y las operaciones institucionales.
Torres criticó que la oposición se enfoque “pleno tras pleno en cuestiones que muy poco afectan a la vida de la gente”, omitiendo debates clave como el acceso a la vivienda, el empleo, las oportunidades para jóvenes, la situación de las universidades públicas o la calidad educativa. Esta estrategia, concluyó, crea un “ruido permanente” que no solo dificulta el progreso en soluciones, sino que además distancian a los ciudadanos de la política activa.










