Vox Aragón ha tenido que ceder este martes ante la presión del presidente autonómico, Jorge Azcón (PP), y ha destituido a su asesor parlamentario Marcos Francoy, después de que salieran a la luz varios mensajes en las redes sociales con contenido fascista, racista y de exaltación simbólica del nazismo.
La decisión llegó apenas una hora después de que Azcón advirtiera públicamente que rompería relaciones políticas con Vox si el partido no apartaba de inmediato a Francoy. “No negociaré con quienes amparen o normalicen discursos de odio. Es incompatible con la democracia”, declaró el presidente aragonés en rueda de prensa en Zaragoza.
Francoy, que ocupaba un cargo de asesor en las Cortes de Aragón y era además responsable de Organización de Vox en Huesca, había difundido en sus perfiles mensajes que aludían al “reemplazo étnico” o que compartían símbolos y figuras del fascismo europeo. El caso fue revelado por varios medios aragoneses, entre ellos Heraldo de Aragón y El Español.
Giro en apenas sesenta minutos
A mediodía, Vox se limitaba a defender que las publicaciones respondían al “ámbito personal” del asesor y que “no representaban al grupo parlamentario”. Sin embargo, tras la advertencia de Azcón, el partido comunicó pasadas las 14:30 h el cese inmediato de Francoy, en una nota en la que insistía en desvincularse de los mensajes difundidos.
“El contenido publicado no refleja la posición de Vox Aragón. Lamentamos el daño causado a la institución”, señaló la formación, tratando de contener una crisis que amenazaba con romper la negociación de los presupuestos autonómicos de 2026, en la que la ultraderecha es clave para garantizar la mayoría del PP.
Un golpe a la relación PP-Vox
El episodio ha tensado aún más las relaciones entre ambos partidos en Aragón, donde Vox mantiene apoyo parlamentario al Gobierno popular sin formar parte del Ejecutivo. Azcón, que había intentado mantener una línea de colaboración institucional, marcó así una línea roja frente a los discursos extremistas dentro de su socio preferente en las Cortes.
Desde el PSOE aragonés y CHA reclamaron explicaciones “más amplias” a Vox por la presencia de perfiles ideológicos radicales en su estructura institucional. “El problema no es un tuit aislado, sino lo que representa”, señaló la portavoz socialista Mayte Pérez.
Con la destitución de Francoy, Vox busca cerrar una crisis que ha dejado al descubierto su falta de control interno y que ha reabierto el debate sobre la responsabilidad política por las publicaciones en redes sociales de cargos y asesores públicos.