Roberto Mallada, miembro de la Comisión de Seguridad Minera y de la Comisión especial de investigación del accidente de Blue Solving, ha subrayado la importancia de mejorar los medios disponibles para que trabajadores y ciudadanos informen a las autoridades sobre anomalías en las minas. Durante su intervención en la comisión del Parlamento asturiano encargada del caso, Mallada remarcó la necesidad de estos canales tras el trágico suceso en una mina gestionada por Blue Solving, donde murieron cinco trabajadores leoneses y otros cuatro sufrieron lesiones el 31 de marzo.
Mallada, también miembro de la Federación de Industria de CCOO y veterano en el sector minero, señaló un ‘cambio de paradigma’ en la industria. Explicó que se ha pasado de una minería del carbón dominada por grandes empresas con fuerte presencia sindical a un escenario donde operan entidades sin empleados directos, deteriorando las condiciones laborales.
Además, mencionó un proceso de cierre ‘desordenado’ de minas que ha empeorado las condiciones de trabajo, comparándolas con las de la minería tradicional y señalando la falta de representación legal de los trabajadores en muchos centros. Mallada destacó el caso de la mina de Cerredo, de difícil acceso y gran tamaño, donde las inspecciones no logran detectar irregularidades a pesar de las evidencias. Recordó irregularidades detectadas en 2022, cuando un trabajador falleció en circunstancias sospechosas, inicialmente reportadas como un accidente de tráfico.
Estas anomalías llevaron a Mallada a sugerir el cierre de la mina, aunque finalmente solo se impuso una sanción y la explotación continuó bajo la misma dirección empresarial. A pesar de su posición, Mallada admitió que la Comisión de Seguridad Minera solo tiene un rol consultivo. El accidente de Cerredo, ocurrido el 31 de marzo de 2025, involucró una explosión de gas grisú en una empresa que operaba sin los permisos necesarios para la extracción de carbón.