Según un estudio reciente divulgado por la Sociedad Española de Neurología (SEN), un porcentaje significativo de los ciudadanos españoles no mantiene hábitos fundamentales como un sueño de calidad, una dieta equilibrada o la actividad física y mental necesaria para el cuidado cerebral, a pesar de ser conscientes de su relevancia.
De los 1.002 individuos encuestados, una abrumadora mayoría del 96,2% está de acuerdo en que adoptar un estilo de vida saludable beneficia directamente al cerebro. Sin embargo, más del 44% de ellos admite tener dudas sobre qué prácticas son beneficiosas y cuáles no lo son.
La falta de sueño adecuado es uno de los principales descuidos, con un 56% de los participantes durmiendo menos de las siete a nueve horas recomendadas por los especialistas. Casi la mitad de los encuestados también reconoce que no logra un descanso reparador de manera regular.
En relación a la estimulación mental, más de un tercio de los encuestados no dedica tiempo a actividades como la lectura o los juegos de mesa, que fomentan la actividad cerebral. Además, el 60% admite no haber aprendido nada nuevo en el último año, y más de la mitad lee menos de tres libros anualmente.
Por otro lado, el uso excesivo de tecnologías se ha popularizado, con más del 63% de los participantes viendo televisión más de dos horas al día y un 70% pasando más de 30 minutos diarios en redes sociales. Este comportamiento se intensifica entre los jóvenes, donde casi el 90% emplea más de dos horas diarias en plataformas digitales.
La SEN ha alertado sobre cómo el uso intensivo de pantallas puede mermar la capacidad de concentración y aprendizaje, y está vinculado con problemas de salud mental, especialmente en jóvenes. Además, su utilización nocturna puede interferir con la calidad del sueño.
ALIMENTACIÓN Y ACTIVIDAD FÍSICA
«Evitar el sobrepeso y realizar algún tipo de actividad física de forma regular, es otra de las principales recomendaciones para tener un cerebro sano. Pero menos de un 37 por ciento realiza ejercicio físico de forma regular (al menos tres horas semanales) y casi la mitad declara pasar más de seis horas diarias sentada, especialmente los adultos jóvenes», ha comentado el vocal de la SEN Javier Camiña.
En cuanto a la dieta, aunque el 79% de los encuestados percibe que su alimentación es al menos moderadamente saludable, el 45% no cumple con la ingesta diaria recomendada de frutas, y un tercio casi no consume verduras. Además, un 24% ingiere bollería y productos azucarados diariamente.
En lo que respecta al consumo de sustancias tóxicas, el 59% de las personas indica que consume alcohol de forma muy esporádica o nada, mientras que el 30% lo hace con cierta regularidad, principalmente los fines de semana, y más de un 11% bebe alcohol a diario o casi a diario. La prevalencia del tabaquismo es menor, ya que el 75% afirma no fumar actualmente, aunque entre el 15% de fumadores activos, más del 80% lo ha hecho durante más de una década.
«Y la encuesta también ha detectado otros problemas. Por ejemplo, que la protección física del cerebro es deficiente, porque solo el 47,5 por ciento de los usuarios de bicicleta o patinete utiliza casco de forma habitual. O que un porcentaje destacable de la población tiene problemas emocionales: por ejemplo, un 10 por ciento de los entrevistados afirman sentirse tristes o descontentos de manera constante, especialmente mujeres y jóvenes», ha añadido Javier Camiña.
Para los neurólogos, las relaciones sociales y afectivas son también esenciales, ya que el aislamiento es uno de los factores de riesgo para desarrollar deterioro cognitivo en el futuro. Según datos de este estudio, el 10 por ciento se siente solo de forma habitual y un 12 por ciento presenta aislamiento parcial o total, siendo los jóvenes la población más vulnerable.
El control de factores de riesgo vascular, como la tensión arterial, la diabetes o la hiperglucemia es relevante porque son el principal factor de riesgo de algunas enfermedades neurológicas. Pese a esto, solo el 51 por ciento se somete a análisis preventivos anuales y más del 40 por ciento no controla su tensión arterial de forma habitual.
LLAMADA A LA ACCIÓN
La Sociedad Española de Neurología considera estos datos preocupantes, teniendo en cuenta que más del 90 por ciento de los ictus y hasta el 40 por ciento de los casos de Alzheimer podrían prevenirse adoptando hábitos cerebro-saludables, como los que la encuesta revela que la población no suele atender.
Por ello, ha hecho un llamamiento a la acción para concienciar a la población y promover la educación en salud cerebral desde la infancia. A este respecto, ha publicado un decálogo de recomendaciones en las que se incluyen todos los hábitos referidos a alimentación, sueño, ejercicio físico, estimulación mental y socialización, entre otros.
«Tratar de fomentar la salud cerebral es una línea fundamental en muchos proyectos sanitarios en el mundo. Teniendo en cuenta que la prevalencia de las enfermedades neurológicas va en aumento, debido al envejecimiento poblacional, y que en España tenemos una prevalencia un 1,7 por ciento mayor de enfermedades neurológicas respecto a otros países europeos, la prevención se transforma en una necesidad porque es la herramienta más poderosa que tenemos para reducir la carga de enfermedades neurológicas en la población», ha comentado el presidente de la SEN, Jesús Porta-Etessam.









