Un 52% de los profesionales de la salud considera que la inteligencia artificial (IA) puede contribuir a la mejora de la seguridad del paciente, aunque un 80% admite no haber recibido formación específica sobre este tema, según un estudio de la Fundación por la Investigación, Docencia e Innovación en Seguridad del Paciente (FIDISP).
Fermí Roqueta, del Grupo de Trabajo IA-Seguridad del Paciente de FIDISP, presentó estos datos en el XLI Congreso de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), donde se destacó que el 59% de los encuestados no está familiarizado con el uso de la IA en la seguridad del paciente.
A pesar de ello, un considerable número de ellos reconoce los beneficios potenciales de la IA: un 46% cree que podría disminuir los errores en la asistencia, un 40% piensa que reduciría la carga de trabajo y otro 40% la ve como una herramienta útil en la toma de decisiones, mientras que un 60% considera que mejoraría su capacidad para identificar riesgos.
Por otro lado, un 19% de los profesionales señala que la IA podría suponer una amenaza para el empleo y un 68% desconoce la legislación aplicable. No obstante, un 33% subraya que la IA debería ser un componente esencial en las estrategias de seguridad del paciente en sus organizaciones, mostrándose dispuestos a participar en programas de formación, aunque el 73% indica que sus organizaciones no invierten los recursos necesarios.
CONGRESO SECA
Este año, el Congreso SECA incluyó diversos talleres técnicos sobre la aplicación de la IA en el sector sanitario, una conferencia plenaria y una mesa temática donde se debatió sobre el potencial y los desafíos de esta tecnología en la asistencia sanitaria.
En la sesión plenaria, denominada ‘Inteligencia Artificial en la asistencia sanitaria: potencial y retos’, se discutió sobre los desafíos éticos, formativos y prácticos de incorporar la IA en el sistema de salud. Los expertos destacaron tanto las ventajas como los retos de integrar sistemas de ayuda a la decisión clínica con historias clínicas electrónicas y la necesidad de confianza institucional, inversión y estándares de calidad en los datos. Además, se subrayó la necesidad de marcos regulatorios claros y formación específica para los profesionales.
El evento concluyó con un tono optimista, asegurando que, aunque la IA no reemplazará el juicio clínico, será crucial para potenciar la eficiencia, equidad y seguridad en la atención al paciente.













