Este viernes, Mónica García, ministra de Sanidad, y Hans Kluge, director de la oficina regional de Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han oficializado su compromiso con la firma de la Declaración de Madrid. Este documento es un esfuerzo conjunto para mejorar la capacidad de respuesta de los servicios de salud frente a la violencia hacia mujeres y niñas.
La declaración es el resultado del evento ‘¡Yo te creo!’, organizado por el Ministerio de Sanidad. Esta iniciativa subraya que la violencia contra mujeres y niñas constituye tanto una violación de los derechos humanos como una crisis sanitaria que requiere de una intervención inmediata por parte del sector salud.
El texto recoge la determinación de transformar en medidas prácticas las conclusiones del informe ‘Atención, valentía, cambio: el liderazgo del sector sanitario en la lucha contra la violencia contra las mujeres y las niñas’, y las experiencias relatadas por las supervivientes, así como las contribuciones de organizaciones civiles.
Entre las acciones propuestas, se destaca la eliminación de la obligación de los médicos de denunciar casos de violencia en adultos legalmente capaces, para facilitar el acceso a la asistencia médica respetando la autonomía de las personas afectadas. También se busca asegurar que los servicios esenciales dispongan de los recursos necesarios y se ofrezcan de manera responsable e integrada, respetando las necesidades y la autonomía de las supervivientes.
La formación de los profesionales sanitarios para que identifiquen y manejen la violencia con sensibilidad cultural, y el reconocimiento y cuestionamiento de los prejuicios de género, son otras de las medidas clave. Además, se enfatiza la necesidad de recoger y analizar datos sobre la calidad y accesibilidad de los servicios de salud para las mujeres y niñas, y de diseñar servicios que no sean discriminatorios y consideren las necesidades específicas de las mujeres y niñas en situaciones de vulnerabilidad.











