La Comisión de Salud Infantil y Adolescente de ‘The Lancet’ ha emitido una advertencia sobre la subvaloración de los neonatólogos en distintos países, identificándolos como figura «clave», situación que podría limitar su influencia en decisiones regulatorias y científicas importantes.
El organismo ha expresado su preocupación en un informe que busca llamar la atención sobre los peligros que enfrenta la neonatología moderna y solicitar acciones urgentes. Este llamado surge tras la cancelación «injustificada» de un estudio prometedor sobre displasia broncopulmonar en 2022.
«Muchas normativas actuales ignoran las particularidades neonatales al estar orientadas a medicamentos para adultos, lo cual pese a ser un acto bienintencionado, ralentiza o impide el desarrollo y la innovación en neonatología. La situación es preocupante ya que actualmente existen varias enfermedades y síndromes neonatales que carecen de cualquier herramienta diagnóstica, preventiva o terapéutica adecuada», indican los profesores Daniele de Luca, Manuel Sánchez-Luna y Neena Modi, principales promotores del documento.
Publicado en la revista ‘The Lancet Child & Adolescent Health’, el documento ha sido apoyado por la Sociedad Española de Neonatología (SENEO), buscando una renovación urgente en el enfoque hacia la salud neonatal, la inversión en innovación y asegurar que todos los recién nacidos tengan acceso a diagnósticos, tratamientos y tecnologías que se ajusten a sus necesidades.
Los especialistas han criticado que el actual sistema de investigación y desarrollo en el ámbito de fármacos y dispositivos médicos para trastornos neonatales es un «problema» de salud pública que necesita ser abordado a través de la innovación y el liderazgo, ya que impide avances en los resultados de salud neonatal, especialmente en bebés prematuros o que necesitan cuidados intensivos.
«No queremos tratar a los bebés dentro de 20 años como solíamos hacerlo hace 20 años», han declarado, enfatizando que la mortalidad neonatal sigue siendo «inaceptablemente alta» a nivel mundial y que, aunque se han logrado avances en la supervivencia de lactantes enfermos en el primer mes de vida, aún persisten muchas comorbilidades con consecuencias para la salud a largo plazo.
Por esta razón, hacen un llamado a las agencias reguladoras, gobiernos, financiadores, socios industriales e investigadores clínicos de diferentes áreas médicas para que aumenten las inversiones y fomenten colaboraciones dinámicas y abiertas con pacientes, familias y grupos de defensa, con el fin de mejorar la salud neonatal y poblacional globalmente.
«La salud neonatal a corto plazo y la salud poblacional a largo plazo pueden mejorarse en todo el mundo abordando los problemas multifactoriales mediante la innovación y el liderazgo médicos, la colaboración multidisciplinaria y multiprofesional con mentalidad abierta y el compromiso de los gobiernos», concluyeron.










