Javier Sánchez Perona, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de la Grasa, ha declarado que “aún no se conocen en profundidad” los mecanismos metabólicos que explican los beneficios del aceite de oliva, reconocido como el “más saludable del mundo” según múltiples estudios recientes.
“Aún no se han descrito todos los componentes bioactivos que se pueden encontrar en los aceites de oliva, ni se conocen en profundidad los procesos metabólicos asociados con los beneficios”, señaló Perona. En un estudio reciente de 2023, en el que participó Perona, se evaluaron 32 tipos de aceites y grasas comestibles basándose en su composición química y siguiendo las directrices de consumo de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los resultados arrojaron que el aceite de oliva virgen alcanzó la máxima puntuación de 100 en una escala de 0 a 100, liderando el ranking. Le siguieron el aceite de lino y el aceite de oliva común con 86 puntos. Los aceites vegetales en general obtuvieron más de 50 puntos y los de pescado superaron los 68 puntos. En contraposición, las grasas animales y el aceite de coco se situaron por debajo de los 50 puntos, siendo este último el que recibió 0 puntos.
“El estudio reveló que la concentración de ácidos grasos saturados y fitoesteroles era lo que más influía en la calidad nutricional de los aceites y grasas; los ácidos grasos saturados por ser perjudiciales y los fitoesteroles, beneficiosos”, explicó Perona. Además, destacó que el aceite de oliva virgen extra es de superior calidad por su menor acidez y la ausencia de defectos en aroma y sabor, y recomendó su consumo en crudo para aprovechar mejor sus propiedades.
Según Perona, el aceite de oliva común es adecuado para cocinar, especialmente en preparaciones donde los aromas no son predominantes. Además, resaltó la importancia de los compuestos fenólicos en el aceite de oliva virgen por su capacidad antioxidante y su contribución a la salud en general. También mencionó que estos beneficios se extienden a la prevención de enfermedades como el cáncer, la diabetes y patologías neurodegenerativas debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.











