El Buró Europeo de Medio Ambiente (EEB), que representa a más de 190 organizaciones europeas, critica que el reciente Plan de Acción de la Industria Química de la Comisión Europea evidencia ‘poco compromiso real para combatir la creciente contaminación química que sufre el continente’ y favorece a los contaminadores ‘canalizando subsidios hacia el modelo de producción tóxico existente’.
Carlos de Prada, líder del proyecto Hogar sin Tóxicos, que trabaja junto con el EEB, expresó su preocupación porque ‘uno de los aspectos más preocupantes del plan es el escaso compromiso que la Comisión muestra a la hora de afrontar el severo problema generado por los ‘contaminantes eternos’, los PFAS, asociados a un mayor riesgo de cánceres y otros problemas de salud como infertilidad, trastornos del tiroides o de la inmunidad’.
De Prada también señaló que ‘en lugar de manifestarse claramente a favor de una restricción universal o amplia de los PFAS como grupo, en consonancia con la ciencia y con la dimensión real de los problemas ya generados por estos compuestos químicos en toda Europa, el Plan de Acción presentado por la Comisión parece rebajar las expectativas para complacer a la industria química’.
Además, desde Hogar sin Tóxicos se critica que el plan solo menciona de forma vaga la necesidad de ‘minimizar’ la contaminación por estas sustancias y que la Comisión ‘considerará’ eliminar algunos usos específicos de los PFAS, lo cual consideran ‘claramente insuficiente porque las dimensiones de la polución con estas sustancias van mucho más allá’.
Proponen que ‘se debería establecer una prohibición extensa que abarque todos los usos, incluidos los industriales, que representan un porcentaje considerable de la contaminación con estos compuestos, y no solo su presencia en algunos productos de consumo’. Adicionalmente, expresan que ‘esperaban algo más, teniendo en cuenta el creciente grado de polución en las aguas, los suelos y los organismos de las personas’.
Ante esta situación, ‘temen’ cuál será la decisión final de la Comisión sobre la propuesta que en 2022 realizaron conjuntamente cinco países de la UE, buscando una ‘restricción universal’ y no tan limitada de los PFAS. La Comisión ha indicado que decidirá después de que en 2026 la Agencia Europea de Productos Químicos complete su evaluación de la propuesta, actualmente en proceso.
Por otro lado, Hogar sin Tóxicos denuncia el ‘cambio de postura’ de la Comisión que, en 2020, se comprometió a ‘avanzar hacia un entorno libre de tóxicos’ para proteger la salud humana, pero que ‘fue cediendo ante los intereses de unas cuantas grandes corporaciones’.