Una reciente investigación publicada en ‘The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism’ ha descubierto que la grasa situada entre los músculos de las piernas, específicamente en los muslos, podría estar más vinculada a un incremento en el riesgo cardiometabólico que la grasa localizada en el abdomen.
Tradicionalmente, se ha pensado que la grasa en la parte baja del cuerpo, como los muslos y los glúteos, ofrecía protección contra problemas cardiovasculares. Sin embargo, este punto de vista está siendo revisado debido a nuevos datos que sugieren lo contrario.
La doctora Alba Camacho, lidera este estudio junto al grupo Biomarcadores de Enfermedades Metabólicas y Óseas del ibs.GRANADA y el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, descubrió que la grasa intermuscular en los muslos, que no se sitúa bajo la piel sino entre los músculos, se relaciona con un riesgo elevado de alteraciones cardiometabólicas.
A diferencia de la grasa abdominal, la grasa profunda en los muslos podría ser un mejor indicador del riesgo cardiometabólico en individuos con sobrepeso u obesidad. La investigación incluyó a 189 adultos con estas características, observando sus niveles de glucosa de manera continua durante dos semanas y evaluando su grasa intermuscular mediante resonancia magnética.
Adicionalmente, se analizaron factores de riesgo como el colesterol, la presión arterial, la glucosa en ayunas y el perímetro de cintura, lo que enfatiza la necesidad de diferenciar entre los tipos y ubicaciones de grasa corporal para desarrollar tratamientos más precisos y personalizados.
El equipo de investigación Biomarcadores de Enfermedades Metabólicas y Óseas del ibs.GRANADA, dirigido por los doctores Manuel Muñoz y Jonatan R Ruiz, en colaboración con varias instituciones, incluidos el CIBEROBN y el CIBERFES, llevó a cabo este estudio.









