Según los hallazgos del ensayo clínico internacional ‘Ascent-03’, los conjugados anticuerpo-fármaco (ADC) se perfilan como el nuevo estándar de tratamiento de primera línea frente al cáncer de mama triple negativo metastásico. Este estudio ha sido liderado por el International Breast Cancer Center (IBCC)-Pangaea Oncology en Barcelona y el IOB Institute of Oncology en Madrid.
Los ADC operan como un ‘caballo de Troya’, apuntando a receptores específicos en las células tumorales para liberar quimioterapia de manera directa y destruir las células cancerosas de forma selectiva.
«Este estudio pone de manifiesto cómo los caballos de Troya son la mejor opción en el cáncer de mama triple negativo metastásico recién diagnosticado, lo que confirma que, cuando estos fármacos estén aprobados por las agencias reguladoras, habrán de valorarse como primera elección en estos pacientes», explicó Javier Cortés, director del IBCC-Pangaea Oncology y primer autor del estudio publicado en ‘The New England Journal of Medicine’.
El ‘Ascent-03’, un estudio de fase III, incluyó a 558 pacientes no tratadas previamente con cáncer de mama triple negativo, avanzado o metastásico, reclutadas de 229 centros en 30 países. Las pacientes fueron asignadas aleatoriamente a recibir el ADC sacituzumab govitecán o un tratamiento convencional de quimioterapia.
MEJORAS EN SUPERVIVENCIA LIBRE DE PROGRESIÓN
La supervivencia libre de progresión alcanzó los 9,7 meses con sacituzumab govitecán, comparado con 6,9 meses bajo quimioterapia. La tasa de respuesta objetiva fue del 48 por ciento en el grupo de sacituzumab govitecán, con una duración de la respuesta de 12,2 meses, notablemente superior a los 7,2 meses observados con quimioterapia.
«Hemos conseguido aumentar un 38 por ciento el control de la enfermedad, casi un 40 por ciento de mejoría, con el caballo de Troya (…) También hemos mejorado la mediana de tiempo hasta la progresión de la enfermedad en casi tres meses. Además, el tiempo de respuesta de las pacientes es mucho más prolongado, es decir, una paciente que responda a este tratamiento va a estar mucho más tiempo tratándose con el caballo de Troya que con la quimioterapia: con la quimioterapia está respondiendo unos siete meses, con el caballo de Troya por encima de un año», destacó el doctor Cortés.
En cuanto a la toxicidad, el 66 por ciento de las pacientes tratadas con sacituzumab govitecán experimentaron eventos adversos, principalmente neutropenia (43%), diarrea (9%) y leucopenia (7%). Por otro lado, el 62 por ciento de las pacientes en el grupo de quimioterapia sufrieron eventos adversos, con tasas más elevadas de anemia y leucopenia. La discontinuación del tratamiento fue significativamente menor en el grupo de sacituzumab govitecán, con solo un cuatro por ciento, frente al 12 por ciento en el grupo de quimioterapia.
Javier Cortés también subrayó la importancia de continuar explorando el potencial de los ADC en otros tipos de cáncer y combinaciones de tratamientos, incluyendo la inmunoterapia, para mejorar aún más los resultados en pacientes con cáncer de mama triple negativo, independientemente de la expresión de PD-L1.