Pilar Fernández, directora del Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS), ha subrayado la crucial función de las enfermeras en el ámbito de la salud, destacando que no solo se encargan de administrar medicación sino que también «acompañan, educan, resuelven dudas y humanizan la práctica clínica», consolidando su rol como eje central en la adopción efectiva de los biosimilares.
En la apertura del ‘webinar’ titulado ‘El papel de las enfermeras en el uso de los medicamentos biosimilares’, Fernández resaltó la importancia del esfuerzo conjunto y multidisciplinar, donde las enfermeras juegan un papel determinante en la implementación de estos tratamientos esenciales para la sostenibilidad del sistema de salud.
VISIÓN CLÍNICA
Francisco Jorquera, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de León, ha hecho énfasis en que los biosimilares «son esenciales para garantizar la sostenibilidad del sistema y ampliar el acceso a la innovación terapéutica». Jorquera ha señalado la necesidad de superar la desconfianza inicial que estos medicamentos pueden generar tanto en pacientes como en profesionales de la salud, enfatizando la importancia de una comunicación clara y coherente entre médicos, farmacéuticos y enfermeras para evitar impactos negativos en la adherencia y los resultados clínicos.
EXPERIENCIA ENFERMERA
Macarena González, enfermera gestora de casos del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, ha comentado sobre el rol vital de la enfermería en el proceso de transición hacia los biosimilares. «Con los biosimilares, nuestro trabajo va mucho más allá de administrar el tratamiento: explicamos los cambios, resolvemos dudas, damos educación sanitaria y aseguramos la adherencia. Todavía existe desconocimiento, por lo que es imprescindible que las enfermeras estemos bien formadas y actualizadas», explicó González, subrayando la necesidad de transmitir confianza y asegurar que la eficacia y seguridad son completamente equivalentes a los biológicos originales.









