Ante el crecimiento del dolor lumbar crónico, calificado como ‘epidemia’, la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER) ha instado a robustecer el sistema sanitario. Esta problemática está ‘íntimamente ligada’ al incremento del envejecimiento poblacional, así como al aumento de la obesidad y el sedentarismo.
Desde la GEER destacan la necesidad de que el Sistema Nacional de Salud (SNS) disponga de más recursos para acortar los tiempos de espera para tratamientos, ampliar los protocolos de recuperación acelerada para minimizar los días de hospitalización y reducir las complicaciones, además de integrar avances tecnológicos y la evaluación de resultados en pacientes.
Se ha enfatizado también en la importancia de la educación sanitaria para mejorar la prevención y detección temprana de la enfermedad. España se cuenta entre los países más envejecidos de Europa, lo que incrementa la relevancia de estas medidas preventivas.
‘La prevención sigue siendo la mejor herramienta para frenar el aumento de casos. Hábitos como mantenerse activo (ejercicio aeróbico moderado como caminar, nadar, combinado con ejercicio de fuerza moderado), controlar el peso (dieta sana), y cuidar la postura, son esenciales’, afirmó la doctora Felisa Sánchez Mariscal, presidenta del GEER, durante el Día Internacional de la Columna.
La doctora Sánchez Mariscal subrayó la importancia de consultar al médico de familia ante dolores persistentes y la necesidad de cribar en Atención Primaria a pacientes con riesgo de desarrollar patologías que puedan derivar en dolor lumbar crónico, principal causante de discapacidad a largo plazo globalmente, según el Global Burden of Disease.
En 2024, la discapacidad generada por estos dolores supuso un coste en España superior a los 15.000 millones de euros, un 78,5% más que en 2019, casi el 1% del PIB. Además, la pérdida de productividad ligada a estas enfermedades se estimó en 81.574 millones de euros, el 5,4% del PIB, según el Ministerio de Sanidad. Cada año adicional en la edad de la población española aumenta un 3,3% el riesgo de sufrir este tipo de dolores, siendo 6,3 veces más común en mayores de 65 años que en jóvenes de 15 a 25 años.