Según el informe ‘Perfil de las adicciones en 2024’ de la Red de Atención a las Adicciones (UNAD), el 49% de las mujeres y el 45% de los hombres que buscan ayuda para sus adicciones tienen, además, un trastorno mental. Esta investigación destaca la complejidad de los casos atendidos en las redes de apoyo.
“No podemos aventurarnos a saber en cada caso si la adicción llegó primero o si el problema de salud mental fue el primero porque son fenómenos que pueden tener una relación directa, indirecta o simplemente puede que no la tengan”, explicó Encarnación Pámpanas, secretaria general de UNAD, en una reciente rueda de prensa. Pámpanas subrayó la importancia de un abordaje individualizado y colaborativo entre las redes de salud mental y adicciones. “Los datos nos están dando un toque de atención para que los esfuerzos en este sentido se redoblen”, afirmó.
El décimo informe anual recopiló información de 37.889 individuos con adicciones, tratados el año pasado por 102 entidades de la red. De estos, 36.595 sufrían adicciones a sustancias, mientras que 1.304 enfrentaban adicciones comportamentales.
Respecto al perfil de los asistidos por adicciones a sustancias, Pámpanas señaló que la proporción de mujeres se mantiene constante en comparación con años anteriores. De cada cinco individuos que solicitan ayuda, solo uno es mujer. Estas suelen ser adultas mayores de 34 años, españolas, con educación primaria, desempleadas y residentes en hogares familiares. Desde UNAD, se destacó la vulnerabilidad de las mujeres, quienes acceden más tarde a los recursos y sufren más intensamente el estigma y el temor al juicio social.
En cuanto a los hombres, se observan patrones similares a los de las mujeres, aunque generalmente no tienen hijos. Entre las mujeres, el alcohol (31%) es la sustancia más consumida, seguido por la cocaína (26%) y el cannabis (14%). En los hombres, la cocaína (31%) lidera el consumo, seguido del alcohol (21%) y la heroína (16%). Cabe destacar que las mujeres muestran una mayor prevalencia en el consumo de alcohol, tabaco y medicamentos ansiolíticos y somníferos, tanto con receta como sin ella, mientras que los hombres predominan en el consumo de cocaína, heroína y estimulantes.
Además, es frecuente que los afectados lleven más de 11 años consumiendo sustancias, y aproximadamente la mitad comenzó antes de alcanzar la mayoría de edad, consolidando una preocupante tendencia. Destacable también es que uno de cada diez comenzó su consumo antes de los 14 años.
“Se trata de un panorama en el que la minoría de edad no representa ni siquiera un hándicap a la hora de acceder al alcohol o al tabaco”, destacó Pámpanas.