El presidente de Novo Nordisk, Helge Lund, el vicepresidente Henrik Poulsen y cinco consejeros independientes han anunciado que dejarán la farmacéutica danesa por discrepancias con la Fundación Novo Nordisk, su accionista mayoritario. Las renuncias abren una crisis de gobernanza a pocas semanas de la junta extraordinaria del 14 de diciembre.
Renuncias en cadena en la cúpula de Novo Nordisk
El gigante danés del sector farmacéutico vive una de sus mayores crisis internas. El presidente Helge Lund y el vicepresidente Henrik Poulsen, junto a cinco consejeros independientes, han comunicado que no se presentarán a la reelección en la próxima junta extraordinaria de accionistas, convocada para el 14 de diciembre.
Según explicó Lund, las dimisiones llegan tras no alcanzar un consenso con la Fundación Novo Nordisk, que controla la mayoría de los derechos de voto de la compañía.
“Tras el diálogo con la Fundación Novo Nordisk sobre la futura composición del consejo, no se ha logrado un consenso”, declaró.
Choque sobre el modelo de gobierno
La discrepancia se centra en el alcance de la renovación del consejo.
Mientras la dirección actual proponía una transición gradual “centrada en la incorporación de nuevas competencias y la continuidad”, la Fundación exigía una reconfiguración más amplia.
“Tras una deliberación exhaustiva y considerando la posición de la Fundación y su control mayoritario, el consejo concluyó que lo mejor para la empresa y sus accionistas es convocar una junta general extraordinaria para elegir nuevos miembros y aclarar la futura gobernanza de Novo Nordisk”, explicó Lund.
Más de la mitad del consejo sale de la empresa
Además de Lund y Poulsen, abandonarán sus cargos los consejeros Laurence Debroux, Andreas Fibig, Sylvie Grégoire, Christina Law y Martin Mackay —más de la mitad de los 12 miembros actuales del órgano de gobierno.
Permanecerán el consejero Kasim Kutay (no independiente) y los representantes de los trabajadores: Elisabeth Dahl Christensen, Liselotte Hyveled, Mette Bojer Jensen y Thomas Rantzau.
Una estructura de control muy concentrada
La Fundación Novo Nordisk posee el 100 % de Novo Holding, que a su vez controla el 77,28 % de los derechos de voto y el 28,05 % del capital de la farmacéutica mediante acciones clase A (no cotizadas) y clase B (cotizadas).
Esta estructura, típica de las grandes compañías danesas, permite al accionista mayoritario un control casi total de la estrategia y la gobernanza, incluso con una participación minoritaria en capital.
Cambio de etapa tras la salida del CEO histórico
La crisis llega solo tres meses después del relevo en la dirección ejecutiva. En julio, Novo Nordisk nombró a Maziar Mike Doustdar como nuevo consejero delegado, tras la salida de Lars Fruergaard Jorgensen, que había dirigido la compañía desde 2017.
La farmacéutica, conocida mundialmente por sus tratamientos contra la diabetes y la obesidad (Ozempic y Wegovy), afronta así una etapa de transición en su liderazgo corporativo mientras mantiene su dominio en el mercado global.