Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Ohio en Estados Unidos ha descubierto que residir cerca del océano puede prolongar la vida, gracias a las ventajas ambientales, sociales y económicas que presentan las áreas costeras.
Publicado en ‘Environmental Research’, el estudio subraya la discrepancia en esperanza de vida entre los habitantes de la costa y aquellos en regiones interiores cerca de cuerpos de agua dulce, donde se nota una correlación adversa con la longevidad.
Pensamos que era posible que cualquier tipo de ‘espacio azul’ ofreciera algunos efectos beneficiosos, y nos sorprendió encontrar una diferencia tan significativa y clara entre los que viven cerca de las aguas costeras y los que viven cerca de las aguas interiores, indicó Jianyong Wu, profesor asistente de Ciencias de la Salud Ambiental en la Facultad de Salud Pública de la Universidad Estatal de Ohio.
El análisis se basó en datos de esperanza de vida al nacer de más de 66,000 distritos censales en Estados Unidos, combinados con información ambiental, geográfica y sociodemográfica.
La investigación también destaca que las temperaturas más moderadas, la superior calidad del aire y una menor predisposición a la sequía en zonas costeras, además de mejores oportunidades de recreación, transporte avanzado y la percepción de ingresos más altos, contribuyen a esta mayor esperanza de vida.
TEMPERATURAS: FACTOR CRÍTICO
Los expertos identificaron que la diferencia más significativa radica en las temperaturas, con las áreas costeras experimentando menos días de calor extremo y temperaturas máximas más bajas en comparación con zonas de agua interior. Otros factores térmicos, como temperaturas promedio más bajas y menos días fríos, también favorecen la longevidad en las zonas costeras.
El estudio además señala que tanto el calor como el frío extremos están vinculados con un aumento en la mortalidad y una reducción en la esperanza de vida, relacionando el calor con muertes por causas cardiovasculares y el frío con mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
A pesar de que las áreas urbanas con grandes cuerpos de agua dulce muestran una relación negativa con la longevidad, las áreas rurales cercanas a estos cuerpos de agua presentan una correlación positiva significativa con la esperanza de vida.
Con estos hallazgos, los investigadores esperan proporcionar orientación útil para el diseño urbano y el desarrollo residencial que favorezca una vida más prolongada y saludable, resaltando la importancia de un acceso equitativo a los beneficios ambientales.













