La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), a través de su sección especializada, la Sociedad de Rehabilitación Foniátrica (SOREFON), ha puesto el foco en que las infecciones respiratorias típicas del invierno —como la gripe, otros virus respiratorios y los catarros— pueden intensificar las complicaciones respiratorias en personas con disfagia, es decir, con problemas para tragar.
“En los meses de frío y en el contexto actual de gripes, resfriados y virus respiratorios existe una mayor tasa de complicaciones respiratorias en las vías áreas en pacientes con disfagia”, ha explicado la presidenta de SOREFON, Paola Díaz, con motivo del Día Mundial de la Disfagia, que se celebra el 12 de diciembre.
La experta en Medicina Física y Rehabilitación detalla que estas complicaciones se relacionan sobre todo con un incremento de secreciones que pueden ser aspiradas y con una menor eficacia a la hora de proteger la vía aérea. A ello se suman factores como una mayor fatigabilidad muscular, un descenso del nivel de alerta o mayor somnolencia, y la obstrucción nasal, que obliga a respirar por la boca (incluso durante la deglución, cuando el alimento se sitúa en la faringe). Todo ello favorece la tos repetida o una respiración acelerada, circunstancias que desorganizan el ciclo respiración-deglución.
La presidenta de SOREFON ha subrayado que “la disfagia favorece la aspiración y que la causa por la que la disfagia orofaríngea se relaciona de forma directa con la posibilidad de aspiración de alimentos sólidos, líquidos, medicamentos e incluso su saliva sería la falta de protección de la vía aérea durante el proceso de la deglución”.
Durante el paso del bolo alimenticio desde la cavidad oral hacia el esófago, ha precisado la médica rehabilitadora, “sucedería un paso inesperado de ese alimento a la tráquea y posteriormente a los pulmones generando una contaminación bacteriana y, consecuentemente, una neumonía”.
“Esta protección insuficiente es de origen múltiple”, ha detallado la especialista de SOREFON, quién ha apuntado a “que están implicados factores como bajo nivel de conciencia, deterioro del sistema inmunitario, debilidad de musculatura deglutoria, reducción del reflejo tusígeno o problemas de coordinación deglución-respiración”.
PACIENTES MÁS VULNERABLES
En cuanto a los grupos con mayor susceptibilidad, Díaz ha afirmado que “las personas de mayor riesgo son pacientes frágiles, tanto mayores con sarcopenia (pérdida progresiva de masa, fuerza y función muscular) y presbifagia (problemas de deglución, común en paciente anciano, por la pérdida de dentadura); los pacientes neurológicos y los que presentan una estancia prolongada en UCI (que han necesitado intubación o traqueostomía)”.
“No debemos olvidar tampoco a los pacientes que se encuentran ingresados tras una intervención quirúrgica, especialmente en el área de cabeza/cuello-tórax (pacientes oncológicos, cirugías de columna cervical)”, ha añadido.
En lo que respecta a los recién nacidos y lactantes, la especialista ha detallado que “los tres factores claves son, en primer lugar, la inmadurez fisiológica, que incluye debilidad de la musculatura orofaríngea, inmadurez del reflejo de la deglución o patrones de succión lentos, débiles e inestables y un sistema pulmonar inmaduro o débil. En segundo lugar, la presencia de una desorganización de los patrones reflejos, y por último, la existencia de patologías subyacentes de riesgo, como las encefalopatías hipóxico-isquémicas, enfermedad neurológica, cardiopatías isquémicas, enfermedad pulmonar crónica/displasia broncopulmonar o alteraciones anatómicas tipo fisuras palatinas”.
ESTANCIAS PROLONGADAS, MÁS REINGRESOS Y MAYOR MORTALIDAD
En relación con las consecuencias clínicas y asistenciales, la presidenta de SOREFON ha señalado que “la neumonía por aspiración generalmente prolonga la estancia hospitalaria”. Ha añadido que “el coste medio de la atención sanitaria requerida por una neumonía por aspiración se ha estimado en aproximadamente 6.020,1 euros en España”.
También ha destacado que el riesgo de infecciones respiratorias es 2,39 veces mayor en pacientes mayores con disfagia; tienen una probabilidad 1,82 veces mayor de reingresos por neumonía y hasta 5,07 veces más de reingresos por aspiración pulmonar.
En este escenario, la especialista de la SERMEF explica que “hasta un 50 por ciento de los pacientes que aspiran desarrollará neumonía aspirativa, siendo causa de muerte con una tasa de mortalidad a 30 días del 21 por ciento”.
En población pediátrica, ha indicado que “los datos son menos numerosos”, aunque ha desgranado que “en pacientes con patologías complejas que requieren cuidados especiales (como cáncer, trauma y enfermedades cerebrovasculares), la presencia de dificultades en la deglución es un factor que contribuye a estancias hospitalarias prolongadas, con rangos observados entre 1 y 84 días en unidades especializadas, siendo los pacientes con disfagia los que coinciden con la mayor duración”.










