Manuel García Castellón, juez jubilado, ha tildado de “barbaridad” la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) impulsada recientemente por el Gobierno, que propone que las instrucciones penales sean dirigidas por fiscales y limita la acusación popular. Además, ha manifestado que ve “muy difícil” resolver el enfrentamiento entre los poderes del Estado.
En una entrevista concedida a Europa Press coincidiendo con la publicación de su libro ‘Habla, para que se conozca’ (Deusto), García Castellón, quien ha sido magistrado instructor en la Audiencia Nacional, ha compartido sus impresiones sobre la situación actual tanto en el ámbito judicial como político.
“Esa es una ley que saldrá o no saldrá, pero a mí me parece una auténtica barbaridad. Es decir, es añadir un peldaño más en una degradación”, señaló al ser consultado sobre la posibilidad de que los fiscales tomen la dirección de las instrucciones penales si el proyecto del Gobierno es aprobado por las Cortes.
García Castellón afirmó que, aunque es ideal que en España los fiscales asuman este rol, como ya ocurre en otros países europeos, “no se podía haber elegido un momento peor y se ha buscado”. Criticó duramente la dependencia de la Fiscalía al Ejecutivo, refiriéndose a una declaración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: “de quién depende la Fiscalía, pues eso”, y cómo esto ha afectado la práctica judicial.
El exmagistrado también comentó sobre la limitación de las acusaciones populares propuesta por el Gobierno, diferenciando entre quienes participan “simplemente para sacar información y poder atacar a otros” y aquellos que “aportan sus ideas, sus escritos”, contribuyendo a una supervisión del trabajo del juez.
“La supresión de la acusación y el problema de la Fiscalía, mal estaría. El único independiente, con la Constitución en la mano, es el juez, es el que tiene constitucionalmente designada la independencia. Es así, los demás no”, expuso.
En relación con el desencuentro entre los poderes del Estado debido a reformas y procesos judiciales abiertos a políticos o sus familiares, García Castellón considera que la solución es “muy difícil”. “Porque desde el momento en que tú levantas un muro, estás colocando a la mitad de la población en un lado y a la otra en otro”, reflexionó.
Finalmente, sobre el juicio contra el fiscal general por presunta revelación de secretos, García Castellón destacó su calidad humana y profesional, pero cuestionó la imagen que proyecta esta situación tanto para él como para la carrera fiscal.
















