El imputado por el fatal atropello ocurrido en Marmolejo, Jaén, en junio de 2021, que resultó en la muerte de la reportera gráfica onubense Alicia Rodríguez, quien era su pareja en aquel entonces, ha declarado este viernes que en el momento de mover el vehículo no la vio “en ningún momento”. Además, aseguró que durante el desplazamiento del vehículo “no notó” ningún obstáculo que pudiera haber impedido el movimiento del mismo, aparte de “los típicos de terreno, ondulaciones y piedras”, y afirmó que no escuchó “ningún pitido” de los sensores del coche, solo el aviso de puerta abierta.
Durante su testimonio en el último día del juicio en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, el acusado, identificado como M.Q.S, solo respondió a las preguntas del Ministerio Fiscal y de su abogado. Relató que la pareja había ido al lugar para mantener relaciones sexuales y que, después de salir a orinar y al no ver a Alicia, decidió mover el coche pensando que la víctima “estaba haciendo pipí”. Explicó que el vehículo estaba arrancado y con la puerta abierta y que, tras subirse, realizó una maniobra hacia adelante, aunque inicialmente había declarado a la Guardia Civil que había dado marcha atrás, declaración que luego atribuyó a una sugestión por parte de los agentes.
Después de no encontrar a Alicia al regresar al coche, la escuchó y la encontró en una posición fetal, lo que lo dejó muy nervioso. Intentó llamar a emergencias con el móvil de ella mientras ella le pedía mover el coche y se quejaba de dolor en la pierna. M.Q.S afirmó que decidió no mover el vehículo al saber que podría empeorar la situación y durante la llamada al 112 facilitó la ubicación, aunque se mostró confuso al explicar lo sucedido. También mencionó que cuando llegaron los agentes de la Guardia Civil, tuvieron que usar el gato del coche patrulla ya que él, por los nervios, no encontraba el de su coche.
Conclusiones y Alegatos Finales
Al final de la sesión, las partes presentaron sus conclusiones y alegatos finales. El Ministerio Fiscal mantuvo su acusación de homicidio imprudente y solicitó aumentar la pena de privación del derecho a conducir de dos a cuatro años, mientras que la defensa abogó por la absolución total, sugiriendo que, de no ser así, se considerara un delito de homicidio imprudente. La acusación particular y la acusación popular, representando a la familia y al Ayuntamiento de Huelva respectivamente, pidieron 28 y 25 años de cárcel por asesinato, sin aceptar que el acusado tuviera mermadas sus capacidades volitivas.
El abogado de la acusación particular destacó las contradicciones del acusado y la clara visibilidad que demostraba la reconstrucción del accidente realizada por la Guardia Civil, mientras que la defensa cuestionó la fiabilidad de las suposiciones de la acusación basadas en pruebas insuficientes. El veredicto se espera tras la deliberación del jurado el próximo lunes.











