En el juicio que tiene lugar esta semana en la Audiencia Provincial de Huelva, un agente del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Jaén ha declarado como testigo, sugiriendo que el acelerón que causó la muerte de la reportera gráfica Alicia Rodríguez en Marmolejo en junio de 2021 no fue accidental. Según el oficial, que inspeccionó la escena al día siguiente del suceso, las marcas de derrape indicaban que el vehículo había acelerado deliberadamente para ‘sobrepasar el objeto’ de atropello.
El agente destacó en su testimonio que las huellas iban en ‘línea recta’ y ‘hacia adelante’, sin signos de intento por esquivar el obstáculo. Estas observaciones llevaron al oficial a concluir que ‘tuvo que haber intención de pisar el acelerador’ ya que, de otro modo, el coche no habría podido avanzar sobre el obstáculo. La sala escuchó que el informe sostiene que el propósito era ‘causar el mayor daño’.
Además, otros agentes de la Guardia Civil que llegaron primero al lugar tras ser alertados por Emergencias 112, describieron al acusado, quien era pareja de la víctima en ese momento, como ‘nervioso y alterado’. Este comportamiento se sumó a las ‘versiones incoherentes’ que M.Q.S ofreció sobre los eventos, lo que finalmente llevó a su detención.
En cuanto a las peticiones de la acusación, se solicitan entre 15 y 28 años de prisión para M.Q.S, dependiendo del grado del delito que se determine, mientras que la defensa insiste en la libre absolución del acusado, alegando que se trató de un ‘fatal accidente fortuito’.











