En la primera sesión del juicio por el apuñalamiento ocurrido a las afueras de una discoteca en Santiago en enero de 2023, la víctima, un joven de 17 años en ese momento, no ha logrado identificar al acusado. Sin embargo, un testigo ha confirmado que observó al acusado tomar «algo punzante» antes de involucrarse en el conflicto.
Según la declaración de la víctima en el Juzgado número 1, él y sus amigos intentaron alejarse de la disputa cuando se percató de que su costado estaba húmedo y al ver la sangre, se desmayó. Por otro lado, el acusado negó las acusaciones, argumentando que intervino para ayudar a un conocido y que fue amenazado con una navaja, la cual recogió del suelo y guardó.
Un testigo del incidente reiteró haber visto al acusado alejarse del altercado para tomar presumiblemente un objeto afilado cerca de una tubería de desagüe. Esta declaración se suma a la estrategia de la defensa que, según Antonio García Insua, abogado de la acusación, intenta desviar la atención hacia otro posible culpable.
PRUEBA DE ADN Y ESTRATEGIA DE LA DEFENSA
Las expectativas de la defensa se sustentan en los resultados de las pruebas de ADN y en la declaración del acusado, quien admitió haber portado un puñal. García Insua destacó la importancia de la prueba de ADN, cuyos resultados preliminares indican que la sangre en la sudadera del acusado coincide con la de la víctima.
A pesar de que la víctima no reconoció al acusado, García Insua enfatizó que lo crucial es la honestidad de su testimonio, lo que refuerza la acusación de que el imputado sí participó en el altercado armado. El juicio continuará con más testimonios y la presentación de pruebas forenses.











