España y Alemania han acordado este viernes abrir un diálogo bilateral para llegar a una solución sobre la oficialidad del catalán en la Unión Europea, uno de los acuerdos entre el PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez.
«Nuestros dos gobiernos han acordado hoy abrir un diálogo con el objetivo de encontrar una respuesta a la solicitud española de que sus lenguas cooficiales distintas al español sean reconocidas como oficiales en la UE de forma que sea aceptable para todos los estados miembros».
Así queda recogido en un comunicado conjunto de España y Alemania, al que ha tenido acceso Europa Press, que llega el día siguiente de que Junts anunciase la convocatoria de una consulta a sus militantes para decidir si rompe relaciones con el PSOE y poco antes de la reunión de la ejecutiva del partido de Puigdemont del próximo lunes en Perpiñán.
Alemania era hasta ahora uno de los países reticentes a incluir el catalán, el euskera y el gallego en el reglamento lingüístico de la UE, un paso para el que es necesaria la unanimidad de los 27 Estados miembro.
No se han cumplido los compromisos
Junts sostiene que el Ejecutivo de Sánchez no ha hecho efectivo ninguno de los compromisos clave acordados con ellos en el pacto de Bruselas. Por ello, estaría valorando la posibilidad de romper con el Gobierno y posibilitar una moción de censura instrumental que diera paso a un adelanto electoral.
La reunión que la ejecutiva del partido catalán mantendrá el lunes en Perpiñán será determinante para decidir si avanza o no en ese sentido.
Ahora, el anuncio de las conversaciones entre Alemania y España para la posible inclusión de las lenguas cooficiales de España entre las oficiales en la UE podría rebajar la tensión Gobierno-Junts y aclarar a la formación catalana la senda a seguir.
Pese a ello, Junts también denuncia la falta de avances en otros compromisos claves que adquiridos por parte del PSOE como que no le han sido transferidas las competencias de inmigración a la Generalitat de Catalunya y que el presidente del partido, Carles Puigdemont sigue en el exilio de Waterloo al no poder beneficiarse de la Ley de Amnistía.















