El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha rechazado presentar su dimisión tras el fracaso de la oferta pública de adquisición (OPA) de la entidad sobre Banco Sabadell, que solo consiguió un 25,5% de aceptaciones. Durante una rueda de prensa, Torres ha reiterado que su continuidad al frente del banco no dependía «para nada» del resultado de este proceso.
«Nuestra labor, la del consejo, la mía como presidente, la de Onur como consejero delegado, es intentar aquellas cosas que tienen sentido. Eso es lo que hemos hecho», ha subrayado el presidente de BBVA. «Es una oportunidad perdida para todos, pero que no ha podido ser. Pero eso no es en absoluto ninguna razón para dimitir«, ha afirmado Torres, quien añadió que la operación «hubiera sido fantástica».
Un 25,47% del capital
La OPA se formulaba sobre todo el capital de Banco Sabadell, aunque su eficacia estaba condicionada a obtener al menos la mitad de las acciones con derecho a voto de la entidad catalana, es decir, excluyendo autocartera.
Finalmente, y tras 17 meses desde su anuncio, BBVA no ha conseguido alcanzar el 50% de aceptación. Tampoco el 30% que le abría la posibilidad de renunciar al umbral mínimo de aceptación del 50% y lanzar una segunda OPA en efectivo por el capital que no controlase.
En total, ha sido aceptada por 1,27 millones de acciones que representan un total del 25,33% de las acciones a las que se dirigió la oferta y del capital social de la sociedad afectada, y un 25,47% de los derechos a voto de Sabadell, calculado este último porcentaje excluyendo la autocartera de Banco de Sabadell.
Modificar la legislación de OPAs
Carlos Torres también ha sugerido la necesidad de modificar el Real Decreto que regula las ofertas públicas de adquisición, conocidas como ley de OPAs. “Creo que se ha puesto de manifiesto que necesita, al menos, un refresco la ley de OPAs”, ha declarado. “Hemos visto a lo largo de este largo proceso que ha habido determinados artículos que no son suficientemente claros y están sujetos a interpretaciones y ambigüedades”, ha explicado el presidente, añadiendo que ciertas situaciones no están “bien recogidas” en la actual legislación.
Torres también ha instado a una “reflexión” sobre cómo se regulan los fondos indexados, que han “influido mucho” en la operación. “En otras legislaciones está mejor tratado, porque permite que los fondos tengan mejor información sobre cómo van las aceptaciones y permiten que haya un periodo posterior de reenganche”, ha comentado. “Todo esto no está previsto en nuestra norma y son algunos elementos que merecería la pena revisar”.
Además, Torres ha mencionado que el proceso de autorización por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) fue “mucho más largo” de lo esperado, con decisiones sin precedentes que llevaron a la operación a una fase 2, algo inédito en el sector bancario. Esto, según él, generó retrasos que “añaden incertidumbre” y la incertidumbre “no es buena”.
Finalmente, ha mostrado su confianza en que todos los supervisores, incluida la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), “hayan tomado las decisiones que creían más oportunas para velar por el buen funcionamiento de los mercados”.