Era la crónica de una muerte anunciada, y se ha consumado. El Pleno del Congreso de los Diputados ha tumbado la senda de déficit planteada por el Gobierno. El Ministerio de Hacienda no albergaba esperanza alguna por el rechazo de Partido Popular, Vox, UPN y Junts (178). Tampoco ha contado con el respaldo de todos los socios habituales del bloque de investidura ya que Podemos y Águeda Micó, diputada de Compromís adscrita al Grupo Mixto, se han abstenido (5). El botón del ‘sí’ lo han pulsado PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu, PNV, BNG y CC (164). El diputado José Luis Ábalos (Mixto) no ha emitido voto ya que estaba citado ante el Tribunal Supremo para decidir si entra en prisión, a petición de Anticorrupción.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes una senda que planteaba para 2026 un -2,1%, y para 2027 y 2028 un -1,8% y un 1,6% respectivamente; dando más margen a las Comunidades Autónomas, en concreto, 5.485 millones de euros. Un montante que, sin embargo, no ha seducido al hemiciclo.
La vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que esta derrota no detendrá el plan del Gobierno de presentar un proyecto de Presupuestos Generales para el año 2026. Además, ha lamentado que serán las propias CCAA las más afectadas: “Tendrá que explicar el Partido Popular por qué permanentemente reclaman recursos para los territorios y, cuando llega la hora de la verdad, votan en contra de dar mayor capacidad de gasto para los territorios”.
El Ejecutivo está obligado por ley a realizar una nueva intentona si la primera no supera el trámite parlamentario. En consecuencia, se espera que el próximo martes el Consejo de Ministros vuelva a aprobar la misma senda para remitirla al Congreso y poder debatirla y votarla en el último Pleno del año, el 11 de diciembre.
En el supuesto de que nuevamente sea rechazada -como se prevé-, se activará el equilibrio presupuestario y se utilizará la senda antigua. “Si las CCAA renuncian a disponer de esos recursos, la Administración Central estará encantada de acoger esos ingresos para desarrollar sus propias políticas”, explicó María Jesús Montero.
Anatomía de las cifras
La senda plantea para 2026 un -2,1%; mientras que para el 2027 y el 2028 se propone un -1,8% y -1,6%.
La Seguridad Social siempre tiene déficit y su proyección es del -0,2% para el 2026 y el 2027, y del -0,1% para el 2028. Las entidades locales, en este caso es cero.
Por su parte, a las Comunidades Autónomas se les propone un déficit de -0,1% en los tres ejercicios; quedando para la Administración Central un -1,8% en 2026; un -1,5% para 2027 y un -1,4% en 2028.
En el caso en que se rechazara la senda, las CCAA perderían 5.485 millones de euros de capacidad de gasto en el periodo 2026-2028, por no hablar de que durante los tres años no verían incrementado su esfuerzo, manteniéndose el objetivo de estabilidad fijo en el -0,1%.
El límite de gasto no financiero para 2026 planteado por la senda asciende a 212.026 millones de euros, un aumento del 8,5% con respecto a 2025. El montante se incrementaría hasta los 216.177 millones al sumarse los fondos europeos que se ingresarán, 4.151 millones. El 2026 será el último curso en que se contará con este apoyo.
El techo de gasto contempla cerca de 23.000 millones en transferencias a la Seguridad Social (22.881 millones), el equivalente al 1,4% del PIB para cumplir con el Pacto de Toledo y garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones.











