La Ertzaintza se vio desbordada por los grupos radicales
Vitoria se convirtió este sábado en escenario de graves disturbios durante el dispositivo policial desplegado para proteger una concentración autorizada de Falange Española y de las JONS en pleno centro de la ciudad.
Según fuentes del Departamento vasco de Seguridad, los incidentes comenzaron cuando decenas de jóvenes encapuchados, procedentes del Casco Viejo, rompieron el cordón policial que rodeaba la plaza de la Provincia, donde unos 500 simpatizantes falangistas entonaban el Cara al sol.
Los agentes antidisturbios de la Ertzaintza se vieron obligados a cargar después de que los manifestantes lanzaran piedras, bengalas, botellas y mobiliario de terrazas contra el dispositivo de seguridad.
En la refriega, los radicales levantaron barricadas improvisadas con contenedores y sillas, generando escenas de fuerte tensión en las calles adyacentes al edificio de la Diputación Foral de Álava.
17 detenidos y varios heridos leves
El Departamento de Seguridad ha confirmado al menos 17 detenciones por delitos de desórdenes públicos y atentado a la autoridad. Además, varios agentes y manifestantes resultaron heridos leves por el impacto de objetos.
Fuentes policiales han detallado que la mayoría de los detenidos pertenecen a grupos juveniles vinculados a organizaciones abertzales como Ernai, GKS y Aske, que habían convocado concentraciones de protesta contra la presencia de la Falange en Euskadi.
Durante las horas posteriores al enfrentamiento, los efectivos de limpieza municipales trabajaron para retirar los restos de cristales, contenedores volcados y mobiliario urbano destrozado.
La Policía autonómica mantiene abierta la investigación para identificar a otros implicados en los disturbios, tras analizar las grabaciones de cámaras y testimonios recogidos en la zona.
Autorizada por Delegación del Gobierno
El acto de Falange Española había sido convocado con motivo del Día de la Fiesta Nacional bajo los lemas “Arriba España” y “Gora España”. En los días previos, su líder, Norberto Pico, había asegurado en redes sociales que “las amenazas de los proetarras no nos van a amedrentar”.
La concentración, que había sido autorizada por la Delegación del Gobierno en el País Vasco, contó con un amplio despliegue policial. Sin embargo, la irrupción de grupos violentos impidió que el evento se desarrollara con normalidad y derivó en enfrentamientos cuerpo a cuerpo antes de la disolución final del acto.