Hacienda salvó ‘in extremis’ su paquete fiscal y el impuesto mínimo a multinacionales. El Gobierno cerró un acuerdo con ERC, Bildu y BNG para prorrogar un año más el gravamen a las compañías energéticas, línea roja de estas formaciones para avalar el plan tributario del Ejecutivo, a través de un decreto-ley.
Y, minutos después de la votación, a la una de la madrugada del martes, el Ministerio que dirige María Jesús Montero envió un comunicado para rebatir el anterior acuerdo. En su comunicado, Hacienda aclara que mantiene su acuerdo con Junts de «no gravar a las empresas energéticas que mantengan su compromiso efectivo de inversión para la descarbonización».
Votación ya de madrugada
La votación en la Comisión de Hacienda llegó casi una hora más tarde de media noche, tras más de cuatro horas de receso.
El proyecto llega a Pleno con los votos de PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG. PP y Vox votaron en contra, no sin antes criticar «un secuestro de más de cuatro horas». Pese a anunciar el acuerdo minutos antes de las 23 horas, la votación no se reanudó hasta dos horas después.
Vetos cruzados en el impuesto energético
Los socios habían exigido, como mínimo, un compromiso para intentar dar continuidad a esta figura, a la que Hacienda había renunciado tras el acuerdo alcanzado con Junts. Si el impuesto se incluía, Junts se caía del acuerdo y Hacienda lo aceptaba. Y sin impuesto, ni ERC ni Bildu (ni tampoco Podemos en el Pleno), apoyarían el proyecto.
Hacienda echó un órdago, convocando por tercera vez la Comisión en las mismas condiciones que en las dos ocasiones anteriores, en las que la suspendió. Segundos antes de iniciar las votaciones, la portavoz fiscal del PSOE, Patricia Blanquer, rogaba ante los portavoces de ERC, Pilar Vallugera, y Bildu, Oskar Matute, que no hicieran caer el proyecto.
Casi al tiempo, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, entraba en la sala para trasladar ánimos a Vallugera –Podemos no tiene voto en la Comisión de Hacienda, donde el puesto del Grupo Mixto recae en BNG–.
La trasposición, que España debía haber aprobado en 2023, garantiza un nivel mínimo de tributación a grupos multinacionales. Y Hacienda quería sumar un paquete fiscal con medidas para aumentar la recaudación de cara a los próximos Presupuestos.
La posición de ERC y Bildu era tajante. Sin impuesto, o al menos un compromiso de prórroga, el proyecto caería. Hacienda cedió y acordó una prórroga vía decreto-ley, para después aclarar que no gravaría a «energéticas que mantengan su compromiso efectivo de inversión para la descarbonización».
Sin votos garantizados
La prórroga del gravamen, en todo caso, no tiene garantizados los votos en el Congreso, donde tendrá que votarse en el plazo de un mes desde su aprobación como decret-ley. El apoyo de ERC y Bildu no basta, y será necesario contar con los votos de PNV y Junts, reacios a la continuidad de esta figura.
El PNV exigía su conversión como tributo y su concertación con la Hacienda foral vasca y Junts había presionado para impedir su continuidad en el paquete de medidas fiscales tramitado por Hacienda.
Su portavoz en la Comisión, Josep María Cruset, fue convocado por los diputados del PSOE a la zona reservada para el Gobierno, en Palacio, para negociar una salida al bloqueo de vetos cruzados. La salida fue un compromiso para aprobar un decreto-ley antes de fin de año con el que prorrogar un año el gravamen.
Desde Junts, en todo caso, rebajaban el impacto del acuerdo, señalando que el decreto-ley tendría que ser sometido luego a votación en el Congreso para ser convalidado. “Y para eso tienen que tener los votos. Y los votos, no los tienen”, zanjaron.
Más de siete horas
La votación puso fin a una Comisión de casi ocho horas, con un receso de más de cuatro horas antes de votar el dictamen, más allá de la medianoche.
En todo caso, el compromiso permite al Gobierno salvar la trasposición de la directiva sobre tributación mínima y el paquete de medidas tributarias que quiere tramitar con ella.
En las votaciones de enmiendas, Hacienda logró sacar adelante el grueso de su paquete fiscal, pero no el impuesto a la banca. Tampoco otras medidas pactadas con Sumar, como la subida del IVA a los pisos turísticos o el compromiso de un nuevo impuesto a los bienes de lujo. Todas las medidas rechazadas quedan ‘vivas’ y volverán a votarse este jueves en el Pleno.
El fin de las ventajas fiscales para las socimis (sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria) y los seguros sanitarios también fue rechazado, pero con los votos del propio PSOE, para incredulidad de los diputados de Sumar. Otra división del Gobierno fue la subida fiscal del diésel y su equiparación a la gasolina, en la que Sumar unió sus votos a PP y Bildu.
Hacienda sí encontró respaldo de la Comisión para incluir las rebajas fiscales a pymes y micropymes, la deducción especial por recapitalizaciones, la subida de la fiscalidad asociada al tabaco –nuevo impuesto a los vapeadores incluido– o una batería de enmiendas para poner freno al fraude del IVA en el sector de hidrocarburos.
Las enmiendas que ya incorpora el dictamen
Bajadas de impuestos a pymes y micropymes. Rebaja de tipos progresiva en los próximos años pymes, micropymes y cooperativas. Empresas con hasta 10 millones de facturación rebajarán su tributación del 25% al 20% en 2029, y las microempresas del 23% al 20% en 2027. Además, se prevé un tramo reducido para los primeros 50.000 euros que acabaría siendo del 17% en 2027.
Desgravación por recapitalizaciones. Toda empresa (grande o pequeña) podrá reducir la base imponible en el Impuesto sobre Sociedades en función de su recapitalización (hasta un 30% del aumento de fondos propios si aumenta su plantilla un 10%). La desgravación podría alcanzar un 20% de la base imponible, un 25% en el caso de pymes.
Fiscalidad del tabaco. La Comisión incorporó un nuevo impuesto especial para gravar los líquidos de vapeadores y las bolsas de nicotina –con un tipo en función del nivel de nicotina– y una actualización de los tipos e importes en el Impuesto sobre las labores de tabaco –se rebajan los tipos proporcionales, aplicados sobre el valor de venta, y se elevan los específicos, aplicados sobre el número de unidades–. Los importes mínimos se unifican y pasan a ser más elevados.
Subida a las rentas del capital. Se elevan dos puntos, hasta el 30%, los tipos en la tributación en el IRPF de las rentas del ahorro. Hacienda había planteado una subida de un punto, que se eleva a dos tras el acuerdo con Sumar. ERC y Bildu apoyaron la propuesta.
Tratamiento fiscal a los artistas. Se prevé, a propuesta de Sumar, una reducción especial para trabajadores de artes escénicas, audiovisuales, musicales y técnicas y auxiliares cuando se perciban ingresos extraordinarios que excedan del 130% de la media de rentas percibida en los tres años anteriores. La reducción prevista es de un 30%, que se aplicaría hasta un máximo de 150.000 euros.
Reforma Montoro. Hacienda recupera la anulación por parte del Tribunal Constitucional de la reforma realizada en 2016 del Impuesto sobre Sociedades para fijar límites a las deducciones y a la compensación de pérdidas por empresas con facturación superior a 20 millones y el régimen de reversión de deterioros en el valor de participaciones empresariales que hayan resultado fiscalmente deducibles antes de 2013, para compensar las devoluciones consecuentes a la anulación. Pese a ser medidas incorporadas bajo un Gobierno ‘popular’, el PP votó en contra.
Monitores en clubes deportivos. Bonificación íntegra de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes en la contratación de entrenadores o monitores para la formación o entrenamiento de menores de dieciocho años. El acuerdo deja fuera a los clubes o asociaciones que tengan deportistas en competiciones de carácter profesional.
Las enmiendas que quedan ‘vivas’ para el Pleno
El impuesto a la banca. Todas las propuestas fueron rechazadas por la Comisión. ERC y Bildu se abstuvieron ante la propuesta de Hacienda, que el mismo día de la Comisión acordó con Sumar y Junts un nuevo tramo en el impuesto –del 7% para márgenes de intereses y comisiones de más de 5.000 millones– y dirigir toda la recaudación a las comunidades autónomas. Los socios del Gobierno rechazaron las propuestas de los demás grupos.
Impuesto al diésel. Sumar rechazó con PP y Vox la propuesta de Hacienda de equiparar la fiscalidad de gasóleo y gasolina. Desde esta formación aseguran que ya habían advertido a su socio de que, sin impuesto energético, no avalaban esta subida impositiva.
Fin al régimen fiscal de las socimi. El PSOE tumbó, junto con PP, Vox, Junts y PNV, la enmienda de Sumar para acabar con las ventajas fiscales a estas sociedades, provocando la sorpresa de su socio de coalición.
Seguros sanitarios. Tampoco salió adelante la aplicación del Impuesto sobre las Primas de Seguro (8%) a las pólizas de seguros sanitarios privados, propuesta de Sumar pactada por el PSOE, que acabó votando en contra.
Subida del IVA a pisos turísticos. Los votos de PSOE y Sumar no bastaron para cambiar el IVA aplicado a pisos turísticos y gravar desde ya al 21% este tipo de arrendamientos, o al 10% si el propietario vive de forma habitual en la vivienda. Junts y PNV votaron en contra, junto a PP y Vox.
















