Sólo era una proposición no de ley pero sirvió de toma de contacto, un primer debate en el Pleno del Congreso sobre la reducción de la jornada laboral. Y pese a que la iniciativa no se votará hasta el jueves, una mayoría de grupos avaló las negociaciones abiertas por el Ministerio de Trabajo con sindicatos y patronal hacia este objetivo.
Los socios del Gobierno apoyaron la reducción de jornada, e incluso el PP se pronunció favorablemente, condicionado eso sí a que la medida se llevara a cabo con el respaldo de la patronal y se acompañara de ayudas a las empresas.
Sin confirmar su sentido de voto, Junts deslizó que apoyará la iniciativa y que su voto respondía a una concesión del Ministerio de Trabajo: la inclusión de la patronal catalana Pimec en la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos (CCNCC), órgano consultivo en el que hasta ahora sólo estaban representados como patronales CEOE y Cepyme.
“Esta es la vía, no esperar nuestro voto positivo sin ni tan siquiera haber hablado con nosotros. Tienen que contar con nosotros y con los protagonistas afectados desde el primer momento”, comentó su diputado Josep María Cervera.
La propuesta sometida a debate este martes, y que presumiblemente se aprobará en el Congreso el jueves, pide al Gobierno iniciar un proceso de diálogo con sindicatos y patronal dirigido a aprobar la reducción de jornada laboral a 38,5 horas este año. Un proceso que, como recordaron varios grupos, ya ha iniciado. Este mismo lunes, de hecho, se celebró una reunión.
No era la primera iniciativa registrada por Sumar, como recordó la diputada Idoia Sagastizabal, del PNV. En diciembre Sumar impulsó una proposición no de ley para aprobar en 2024 la rebaja de la jornada a 37,5 horas semanales y, posteriormente, iniciar un diálogo con sindicatos y patronal para profundizar en esta reducción hasta las 32 horas.
Otra propuesta similar
Hace unas semanas, el grupo parlamentario que dirige Yolanda Díaz registró otra para limitar el alcance de su propuesta, en línea con el programa de gobierno pactado con el PSOE.
La defensa de la propuesta supuso el estreno de Íñigo Errejón como portavoz parlamentario de Sumar, que defendió las ventajas de la medida para la salud física y mental de los trabajadores, pero también para la economía y la libertad individual: “¿Acaso es libre alguien que no tiene tiempo y no es dueño de sus horas?».
María Isabel Prieto, del PP, aseguró que los ‘populares’ admitirían la medida, pero siempre que fuera avalada por la patronal y no solo por los sindicatos, y fuera acompañada de “medidas de acompañamiento” a las empresas, como bonificaciones en sus cotizaciones.
ERC y Bildu respaldaron la propuesta y reclamaron al Gobierno acometerla, sin importar un posible veto de la CEOE. Jordi Salvador, de Esquerra, pidió también al Ejecutivo apoyo a sus propuestas, con el fin de poner coto a las horas extra en los contratos a tiempo parcial no voluntarios, más medios para la Inspección de Trabajo y permitir a la Generalitat su gestión.