La reforma de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana llega a su final en el Congreso. La comisión de Interior ha rechazado el dictamen emitido por la ponencia por lo que este no llegará al Pleno del Congreso. Los grupos del Gobierno llegaban a la reunión sin acuerdo con sus socios habituales, a saber, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu. No fue posible el acuerdo de última hora y la iniciativa no saldrá adelante esta legislatura.
Para elevar el dictamen definitivo al pleno se requiere mayoría simple, esto es, más síes que noes. La comisión está formada por 37 diputados. El Grupo Socialista, con 13 representantes, Unidas Podemos (4) y el PNV (1) sumaban 18 votos, por los 19 del resto de grupos con representación en el órgano. Han votado en contra PP (9), Vox (5), Cs (1), Junts (1) y UPN(1), además de ERC, que ayer por la tarde anunció su intención de no aprobar el informe de la comisión, y EH Bildu, que revelaba el sentido de su voto esta misma mañana.
Los cuatro puntos de fricción que han imposibilitado el acuerdo son el uso de las pelotas de goma, que los socios abogan por prohibir; el artículo 37.4, relativo a las faltas de respeto a la autoridad; el 36.6, que refiere el concepto de desobediencia; y las devoluciones en caliente avaladas por el régimen especial de Ceuta y Melilla.
La tramitación de la proposición de ley del Grupo Parlamentario Vasco (PNV) arrancó su en marzo de 2020, cuando superó el debate de toma en consideración con 203 votos a favor del PSOE, UP, ERC, el Grupo Plural, Cs, EH Bildu, los canarios de CC y Nuevas Canarias, así como de los autores de la iniciativa legislativa. Tras un año en período de enmiendas, la proposición llevaba atascada 15 meses en comisión.
